La ilusión por la Cabalgata de Reyes pudo con el frío en la capital segoviana
No hubo saludos individuales a los niños y los caramelos fueron entregados en mano por los pajes
Segovia
La magia pudo con las adversidades metereológicas y los niños y niñas de Segovia pudieron disfrutar de la tradicional Cabalgata de Reyes que salió desde el Alcázar.
Este hecho es la principal novedad que señala el concejal de cultura, Alberto Espinar: "destacar sobre todo volver al Alcázar como punto de partida de la cabalgata, que en realidad es un palacio de cuento de hadas y es es espectacular y el resto continuar con el recorrido habitual y poder llegar al acueducto para completar el recorrido y la verdad es que estamos muy contentos".
Tras el espectáculo audiovisual en el Alcázar con el videomapping, sus majestades llegaron a la plaza (por Daóiz, donde no se permitía que hubiera espectadores por las limitaciones de espacio). Allí hizo su aparición el majestuoso caballo Pegaso, llegado de Francia y el recorrido siguió hasta llegar a la plaza Oriental.
Allí, los niños no pudieron sentarse en las rodillas de sus majestades para pedir sus regalos, "motivado por la restricciones que habíamos implementado para evitar cualquier tipo de contagio era eliminar los saludos individuales, no obstante se mantuvieron en la plaza de artillería sus majestades en todo momento para que los niños pudieran pedirles todos esos regalos que tendrán en esta mañana", explica Alberto Espinar.