Alcorcón y Cultural se dan la mano

León

Los indisimulables vínculos les convirtieron en clubes hermanados. El desembarco  de Iván Bravo en la propiedad de la AD Alcorcón en 2019 fechas después de abandonar su cargo de vicepresidente de la Cultural marcó un camino común. No en vano, Bravo, director general de Aspire, seguiría liderando la nave culturalista, aunque en un segundo plano para no chocar con la duplicidad de cargos. Sus pasos los siguió el hasta entonces responsable económico del cuadro leonés Ignacio Álvarez, abiertamente enfrentado con Felipe Llamazares. En su lugar llegó Fernando Echecopar, otra persona ligada a Bravo. Para liderar la parcela deportiva en Santo Domingo recaló el berciano Emilio Vega, de cuya mano Ricar Pozo ocupó la dirección deportiva de la Cultural. El resto, varias cesiones incluidas (Alfonso, Pipo, Éscardó, Álvaro Juan...), está escrito.

Por compartir, han compartido trayectorias deportivas decadentes que amenazan seriamente el/los proyectos. Si la Cultural cerró el 2021 con otra crisis a cuestas (de las cinco derrotas de final de temporada a las cuatro en los seis partidos de final de año), el Alcorcón camina con paso firme hacia el descenso a la 1RFEF. Con su nuevo batacazo de ayer frente el Málaga, los amarillos no ganan desde octubre y, a trece puntos de la salvación, se aferran a un milagro para mantenerse por undécima campaña consecutiva en el fútbol profesional.

Hace tiempo que las alarmas saltaron en el feudo alfarero y no tardarán en activarse en el Reino de León si Curro Torres no da con la tecla. A la espera del paso por el mercado, la toníca en la gestión de Bravo, actor principal, aquí y allí, con la complicidad de Llamazares, Vega y Pozo, ha sido el cambio de entrenador. En un año la Cultural ha tenido cuatro técnicos (Cabello, Idiakez, Ramón González y Torres) y el Alcorcón va por el tercero (Anquela, Romero y Fran Fernández) solo en este curso. Tanto movieron los banquillos que, en ocasiones, dieron marcha atrás, con Aira en León y con Fernández en Alcorcón.

Metidos en la segunda parte de la temporada, la alianza amenaza con saltar por los aires con la 1RFEF como probable destino de ambos clubes la próxima temporada. ¿Qué incidencia tendría en la omnipresencia de Bravo? Y, como telón de fondo, el futuro de Aspire al frente de la Cultural. Hace tiempo que Llamazares busca nuevos socios para el desgastado propietario. La Academia puso a la entidad leonesa en una situación económica inimaginable lustros atrás, pero los continuos errores de los dirigentes de a pie han frenado el esperado y necesario despegue deportivo. Y no será por recursos. El Alcorcón está en la mitad de la tabla del tope salarial en Segunda División (7,1 millones de euros por 5,8 de la Ponferradina) y, como dicen de puertas hacia dentro y publicita alguno de sus "portavoces", la Cultural apenas ha modificado la inversión de los últimos años. Los resultados saltan a la vista.