La calle del Padre Tosca en el 370 aniversario de su nacimiento

Valencia

El 21 de diciembre de 1651, hace 370 años, nació en València Tomás Vicente Tosca, filósofo, matemático, físico, arquitecto, cartógrafo y, sin ambages, la figura más importante del grupo que encarnó la élite del ambiente intelectual valenciano de la primera mitad del siglo XVIII, conocido como novatores.

Tosca fue un ilustrado antes de la ilustración. Sus obras son fiel reflejo de sus vastos conocimientos: desde su Compendio Matemático hasta el Filosófico, pasando por tratados de arquitectura, geometría y física. En su vertiente arquitectónica nos legó obras como la fachada de la iglesia de la Congregación -actual Santo Tomás y San Felipe Neri-, así como la delineación de la desaparecida puerta del Real y el Teatro de las Comedias.

Pero sin duda, la obra magna de Tosca fue el plano de la ciudad de València delineado entre los años 1701 y 1704, uno de los hitos más destacados, sino el que más, de la cartografía histórica valenciana. Tan solo su trazado ya denota todos los conocimientos técnicos y matemáticos que poseía el padre Tosca, plasmados en la perfección gráfica y geométrica de la obra.

El plano, que se puede contemplar perfectamente restaurado en el Museo Histórico Municipal del Ayuntamiento de València, representa una panorámica fiel de la ciudad tal como era a principios del siglo XVIII, trazada en perspectiva caballera y con la minuciosa proyección de los más pequeños detalles: arquitectónicos (puertas, porches, ventanas, etc.), urbanos (manzanas, plazas, atzucacs, etc.) y toponímicos. Elementos que hacen de este plano referencia indispensable de nuestra cartografía urbana. También en el Muvim, que ha conmemorado la efeméride con la publicación de un cómic sobre el Padre Tosca, podemos contemplar una maqueta de 24 metros cuadrados que reproduce el plano con todo detalle.

La memoria del padre Tosca está salvaguardada en una lápida situada sobre la fachada del actual número 29 de la calle Serranos que nos recuerda que en esa casa nació el insigne matemático, haciendo esquina con la calle que desde hace 17 años lleva el nombre de Padre Tosca por motivos obvios, pero que hace 370 años era conocida como carrer dels Tarongers.

Tampoco la calle del Padre Tosca siempre estuvo junto a su casa natal. Desde 1875 y hasta inicios del siglo XXI, el nombre del Padre Tosca se encontraba rotulado en una pequeña calle que partía en diagonal desde la calle Espinosa hasta desembocar en la Gran Vía Fernando el Católico. Pero los planes urbanísticos de la zona seccionaron la traza de la calle Padre Tosca y la relegaron a un pequeño callizo sin salida, hasta que a principios del siglo XXI fue engullida por la manzana de casas y desapareció. Entonces se pensó en trasladar el nombre de Tosca a la calle contigua a su casa natal, a la antigua calle de Tarongers, que desde finales del XIX se conocía como calle de Viriato. Y así fue como en 2004, el nombre de Tosca se rotuló en la calle que asoma a su casa natal, y Viriato pasó a denominar la nueva plaza abierta junto a la calle de En Sendra.