Absueltos los dueños de Ecomasa de administración desleal y falsedad contable
La sentencia defiende que no se desprende abuso ni búsqueda beneficio económico de las operaciones financieras enjuiciadas por parte de los acusados
Santander
El Juzgado de lo Penal número uno de Santander ha absueltos a los dos administradores mancomunados de la sociedad Ecomasa World Investiments (EWI), Jesús Lavín y Andrés de León, de los delitos de administración desleal y falsedad contable, de los que estaban acusados.
En una sentencia notificada este martes, contra la que cabe recurso ante la Audiencia de Cantabria, la titular del Juzgado indica que de las operaciones financieras objeto de enjuiciamiento no se desprende abuso por parte de los acusados "ni actuaciones fraudulentas que les lleven a obtener un beneficio económico para sí o para terceros".
Añade, además, que la prueba practicada en el juicio pone de manifiesto que las operaciones cuestionadas “contaban con el pleno conocimiento tanto del socio Sodercan como del Instituto Cántabro de Finanzas (ICAF), entidad financiadora a través de aquella” y que las mismas "no causaron perjuicio alguno a la sociedad ni a los socios".
Por ello, concluye la juez, la conducta de los acusados "no puede encuadrarse en el tipo penal del delito de administración desleal".
La magistrada tampoco ve falsedad contable alegando que la prueba practicada sobre ese delito "ha quedado relegada a nada, porque no se ha hecho mención ni sobre qué documentos se ha formalizado la falsedad, los términos del mismo y sus consecuencias".
Y recuerda que la acusación "fundada sobre la base de considerar que las operaciones descritas constituían unas conductas que habrían de calificarse como administración desleal y, en virtud de ello, su consecuencia sería que se ha realizado en base a una falsedad documental de estas operaciones".
En su relato de los hechos, se apunta a la situación de dificultad económica que EWI atravesaba en 2013 y cómo, para mejorarla, recibió financiación pública a través del ICAF y la entidad Sodercan entró en su accionariado con una representación del 30,59 por ciento gracias a la suscripción de participaciones por valor de 1,5 millones de euros.
Entre los acuerdos alcanzados para la entrada de Sodercan, se adoptó un pacto de socios en virtud del cual dos representantes de la entidad pública formarían parte del órgano de administración de EWI.
Meses después los dos consejeros designados por Sodercan renunciaron y cesaron en su condición “ante las diferencias surgidas o alegaciones de falta de información en el devenir empresarial”, si bien la entidad siguió siendo socia de EWI.
Por su parte, el ICAF diseñó un plan de reestructuración empresarial y aprobó la concesión de avales a EWI para llevar a cabo sus operaciones financieras.
A partir de entonces, según el relato, se llevaron a cabo una serie de actuaciones "en aras a la continuación de la actividad empresarial y el cumplimiento de las expectativas económicas que la empresa tenía", actuaciones que "fueron realizadas por los acusados con pleno conocimiento" de Sodercan y el ICAF, "y finalmente del Gobierno de Cantabria del que dependían, habiendo sido informadas y autorizadas, además de efectuándose un control sobre el dinero público invertido".
OPERACIONES CUESTIONADAS
La primera operación objeto de enjuiciamiento fue la capitalización de un préstamo concedido por EWI a la sociedad NM Chile por medio millón de euros mediante la adquisición del 30,2 por ciento de su capital.
Esta operación, señala la sentencia, "formó parte del proyecto de reestructuración desarrollado junto al ICAF y fue autorizada expresamente por su consejo ejecutivo, previo informe económico de los técnicos de ICAF, y comunicada y conocida por Sodercan, quien no se opuso a la misma". Además, "la operación no conllevó perjuicio patrimonial a la sociedad, como confirmó la administración concursal", continúa.
La resolución judicial, explica, que la segunda de las operaciones objeto del pleito fue la adquisición de la marca comunitaria Sommerfire a ECOMASA II por un importe de 1,8 millones de euros.
En este caso, según indica, "no se produce movimiento de efectivo, no se destinan fondos líquidos, por lo que la misma no ha afectado a la tesorería de EWI, se realiza únicamente con cargo a préstamos".