"Vamos a no llegar, pero vamos a ir"

Bilbao

"Todo es revisable" dijo Urkullu a los periodistas, cuando decidió recurrir al Supremo el rechazo del Superior de Justicia al pasaporte COVID después de haber dicho que no judicializaría la cuestión.

Todo es revisable, sí, en esta pandemia y ya nos hemos acostumbrado a estos vaivenes. El jueves pasado el Gobierno vasco renunció a adoptar restricciones porque aisladas no eran efectivas y por necesidad jurídica. De hacerlo, anunció, siempre con el aval de los tribunales.

Bueno, cinco días después, hoy lo hará. Tras un acuerdo con las comunidades limítrofes, que impulsó la presidenta navarra. Y sin pedir opinión al Superior de Justicia. Con las herramientas que ya tiene, la ley vasca antipandemia, en la que se especifica que "solicitarán la ratificación judicial de las medidas, cuando estas conlleven una potencial afección a derechos fundamentales", y no parece ser el caso. Ya se pronunciará el tribunal ante los más que previsibles recursos. Pero dejando correr el reloj hasta el miércoles para activar las medidas quizás los eluda antes de la Nochevieja.

En cualquier caso, ahora la actitud es intentarlo. El no ya lo tienen. Como el viejo de Lorca en "Así que pasen cinco años": "Vamos a no llegar, pero vamos a ir"