La Asociación de Profesorado de Geografía e Historia exige que se mantengan las horas de las asignaturas

Santander

Cantabria adapta en estos momentos el currículo de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato a la LOMLOE, un proceso que ha generado preocupación entre el profesorado de Geografía e Historia. En Hoy por Hoy Cantabria hemos hablado con su secretaria, Fátima Fernández.

“Una vez más, lamentamos comprobar que, de nuevo, la materia de Historia del Mundo Contemporáneo pretende ser ofertada al alumnado como optativa de modalidad cuando, a nuestro juicio, debería ser obligatoria no sólo para los alumnos del Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales sino también para el resto de modalidades”, ha sido du primera queja. En opinión de Fernández resulta contradictorio que en el propio texto de enseñanzas mínimas se especifique que es objetivo del Bachillerato conocer y valorar críticamente las realidades del mundo contemporáneo, sus antecedentes históricos y los principales factores de su evolución y que, a la hora de determinar la organización de esas enseñanzas, no se le dé el peso que le corresponde, quedando a criterio de los alumnos cursarla o no y de la administración permitir su impartición si no se alcanza un número mínimo de alumnos.

La segunda petición es que se mantenga una asignación horaria de cuatro sesiones semanales. Fernández ha resaltado que hay que tener en cuenta que es la única oportunidad de que los alumnos analicen la historia de su país de manera madura antes de terminar la Secundaria y que esas asignaturas contribuyen significativamente a la consecución de las competencias clave (directamente a tres de las ocho planteadas: competencia personal, social y de aprender a aprender, competencia ciudadana y competencia en conciencia y expresión culturales).

Por último, reclaman que se revisen, replanteen y concreten las enseñanzas mínimas de la materia de Geografía e Historia en la Enseñanza Secundaria Obligatoria, ya que no les parecen adecuados ni la secuenciación ni la vaguedad de la redacción de los saberes básicos en su conjunto, que más bien parecen saberes generalistas tan transversales que, en ocasiones, coinciden con los incluidos en otras materias. Esa falta de concreción, unida a la proyectada autonomía de los centros, que afectaría incluso a las materias y su carga horaria, podría generar desigualdad en la formación y en la movilidad de los alumnos no sólo entre diferentes puntos del país sino también dentro de una misma Comunidad Autónoma, así como derivar en planteamientos y prácticas ajenas a nuestra materia.