"La respuesta a la huelga del metal no fue un ataque a los trabajadores, sino todo lo contrario"

Cádiz

El subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, ha estado en Radio Cádiz para hacer balance de 2021 y marcar los principales retos de 2022. Pacheco se ha pronunciado sobre la polémica respuesta policial en la huelga del metal y ha defendido el papel del Gobierno para la mejora del empleo y las infraestructuras de la provincia.

Pregunta. El año termina como lo empezamos, otra vez muy preocupados por la pandemia. ¿Cómo está siendo el trabajo de la Subdelegación con la pandemia?

Respuesta. Desde que comenzó la pandemia, hemos tenido que gestionar la incertidumbre. Era un virus nuevo, que no conocíamos, y, por tanto, hemos tenido que ir evaluando su comportamiento e ir aplicando las medidas que hicieran falta en cada momento. Evidentemente, en este 2021 yo destacaría, sobre todo, el éxito de la vacunación. Estamos liderando a nivel mundial la vacunación, estamos prácticamente al noventa por ciento de la población por encima de 12 años. Y esto es un colchón que amortigua los efectos posibles de esta nueva cepa de Ómicron. Esta nueva variante nos regresa a la incertidumbre, porque nos están diciendo los expertos que no se está comportando igual que las variantes anteriores. Hay que seguir evaluando, cómo se comporta la variante e ir viendo las medidas que necesitamos para proteger a la población.

P. Pero, ¿entiende que medidas como la obligatoriedad de usar mascarillas en exteriores desconcierten y cansen a la población? Por cierto, ¿cómo se vigila el cumplimiento de esta medida?

R. La vigilancia corresponde, sobre todo, a las autoridades locales a través de las policías locales y autonómicas. Comparto que esta medida genera dudas y cansancio. Porque vamos para dos años con un esfuerzo y una responsabilidad altísima por parte de la población, que ha hecho todo lo que se le ha pedido. Esto cansa, pero hay que seguir, porque estamos luchando contra un virus y contra una pandemia. Sobre el tema de las mascarillas, diría que lo que hay de esta nueva instrucción a lo que teníamos es un cambio de dónde ponemos el foco. Hasta ahora la mascarilla no había que llevarla, salvo cuando no puedes conservar la distancia y demás. ¿Qué ha cambiado con respecto a eso? Ahora la norma general es que la mascarilla es obligatoria y lo excepcional es cuándo no te la pones. Es fundamental para relanzar el mensaje de que la mascarilla es importante y lo es donde te pueden controlar, pero también donde no, como son los espacios privados. Por eso, hay que insistir a la gente en que, a pesar del cansancio, un esfuerzo más para que en aquellos espacios donde sabes que no te van a controlar, pero que es importante llevar la mascarilla, te la pongas.

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P. La pandemia también trajo los ERTEs. Una medida que sigue acogiendo a casi 5.000 trabajadores gaditanos. ¿Hasta cuándo está previsto que duren? ¿Será posible prorrogarlos?

R. Fue una de las grandes medidas que puso en marcha el Gobierno de España al principio de la pandemia y ha sido una de las grandes medidas de protección del empleo. No podíamos permitirnos que cayera el sistema productivo ante una situación tan drástica como la que ocurrió en el año 2020. Hemos pasado de los meses peores, como mayo o junio de 2020, con 75.000 personas en ERTE, a este mes de noviembre con solo 5.000. El resto de personas se han incorporado a sus puestos de trabajo. Fue una forma de proteger a las empresas y a sus trabajadores. En Cádiz esto ha supuesto han sido casi 90.000 personas las que han pasado por un ERTE durante este tiempo, lo que ha supuesto 281.000.000 de euros de inversión. Si se seguirán haciendo o no, dependerá de la evaluación que se haga en cada momento. El Gobierno de España los ha ido prorrogando en aquellos sectores más vulnerables o los más castigados por la pandemia, por ejemplo, el sector turístico. Si se ve que va siendo necesario porque la evaluación lo determine, no te quepa la menor duda de que el Gobierno de España va a estar ahí siempre para apoyar el sector productivo y a los trabajadores.

P. El año ha quedado marcado, al margen de la pandemia, aquí en la provincia de Cádiz por la huelga del metal, donde fue usted protagonista por la respuesta policial que se dio a este conflicto. Ahora que ha pasado un cierto tiempo, ¿usted cree que esa respuesta fue equilibrada y ajustada como llegó a decir aquellos días?

R. Sí. Estoy convencido. En todas las reuniones de coordinación que tuvimos, que era cada mañana, se estableció como criterio fundamental el principio de proporcionalidad, sobre todo, no estar en una actitud ofensiva sino defensiva, de contención. Había que respetar el derecho a la huelga, por supuesto, había que dejar que la gente se manifestara y que la gente expresara en la calle, más allá del metal y del convenio que trataba de revisarse, el hastío que había con las tasas de paro aquí en la provincia. Todo eso había que respetarlo, pero también había que respetar el derecho fundamental de los trabajadores y las empresas, de que la gente pudiera hacer su vida cotidiana y que una familia pudiera llevar a sus hijos al colegio, ir a un hospital, que ninguna ciudad quedara bloqueada o sitiada, y no se pudiera atender a servicios esencial. Entonces, había que estar siempre en ese equilibrio de respetar el derecho a la huelga, pero también respetar los otros derechos fundamentales. Consecuencia de todo esto, yo creo que no ha habido grandes altercados en los que hubiera que lamentar grandes heridos ni nada importante. Sí ha habido altercados que hemos visto en la tele, que han sido muy llamativos, pero que, realmente, no ha dejado heridos importantes que nos llevaran a lamentar consecuencias peores.

P. Y ahora que ha pasado el tiempo, ¿considera que fue un error sacar a la calle la tanqueta de la Policía?

R. Lo primero. Yo no diría que es una tanqueta porque la tanqueta suena...

P. Ha pasado a la historia como la tanqueta.

R. Ya, me lo temo. La verdad que era un vehículo blindado. Comparto contigo en que la imagen era impactante. Es verdad. Impactaba mucho y a la gente le chocaba mucho esa imagen. En ese momento, teníamos dos urgencias. Una era limpiar la calle del Río San Pedro, que estaba llena de contenedores tirados y adoquines, y que impedía el paso de vehículos y de peatones. Y también había que retirar una barricada ardiendo que estaba en la puerta de un colegio. Para ello era necesario un vehículo similar a ese, que tuviera una pala de hierro delante y que pudiera arrastrar y limpiar eso, para que pudiera empujar la parte con fuego. Teníamos a disposición ese vehículo blindado y se utilizó en ese momento. Si hubiésemos tenido, no sé, una excavadora, a lo mejor hubiésemos cumplido el mismo servicio y no hubiese sido tan impactante. Comparto contigo que la imagen era impactante, pero la finalidad no era otra más que permitir a la gente de la barriada poder deambular, sacar sus coches particulares sin tener que encontrarse adoquines por la calle, o retirar la barricada ardiendo de la puerta del colegio.

P. Les ha reprochado que "el gobierno más progresista de la Historia", como les han definido, actuase así contra los trabajadores. ¿Ha sido difícil mantener ese equiibrio?

R. Durante esa época no me centré mucho ni en los reproches ni en todos los comentarios que había. Estaba dedicado en cuerpo y alma en mantener ese equilibrio y, sobre todo, a respetar el derecho a los trabajadores. En ningún momento pienso que ha habido ningún tipo de ataque contra los trabajadores, sino todo lo contrario. Lo que se ha hecho es intentar defender y proteger. Lo compartía constantemente con los sindicatos mayoritarios, que eran los que estaban haciendo las convocatorias de manifestaciones, con o sin permiso previo. Los tiempos no daban plazo para poder pedir esos permisos, pero aún así la obligación nuestra era proteger ese derecho a la manifestación y, por tanto, estábamos todo el tiempo en contacto con ellos para que las manifestaciones se pudieran producir y fueran sin incidentes, o con los menos incidentes posibles. Por tanto, no creo que fuera un ataque a los trabajadores, sino todo lo contrario. Pusimos todo un dispositivo para que las manifestaciones se hicieran sin incidentes y protegerlas.

P. Se ha llegado a decir que algunos de los estaban participando en estos altercados no eran de Cádiz, sino que habían venido de fuera para participar en los actos de violencia que se vivieron esos días. ¿Eso se ha podido constatar de alguna manera?

R. Sí. Lamentablemente, ya lo hemos visto en otros episodios y en otros incidentes en España. Ahora estaba ocurriendo también aquí. Son grupos externos, minoritarios, pero que son expertos en generar ese tipo de conflictos y generar esas violencias, y que aprovechan algún tipo de conflicto como era este del metal y algunas manifestaciones que, a priori, podían ser pacíficas para generar esa violencia callejera. Se habían identificado algunos grupos. Hasta aquí puedo llegar. No te puedo decir mucho más, pero sí que estaban identificados y que son los que ahora las investigaciones policiales seguirán su cauce y darán sus frutos posteriores.

P. Es decir, que puede haber más detenciones de las que ya ha habido.

R. No se descartan.

P. El conflicto del metal puso el foco sobre los problemas laborales crónicos que atraviesa la provincia de Cádiz. ¿Ha servido para que las administraciones apuesten de manera definitiva por encontrar soluciones a los problemas de esta provincia?

R. Yo creo que ha ayudado, pero también es cierto que el Gobierno de España, desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa, uno de sus objetivos principales era potenciar, precisamente, la bahía de Cádiz, desde lo que estaba en nuestro ámbito de competencia, que son, sobre todo, los astilleros de Navantia, y el sector industrial que dependen de las cargas de trabajo, como, por ejemplo, las del Ministerio de Defensa. De toda España tenemos cuatro astilleros si contamos con el de Rota. Y están con bastante carga de trabajo. Está San Fernando compartiendo con Puerto Real, y Puerto Real recibirá pronto la carga de trabajo que ya está adjudicada por parte del Ministerio de Defensa. Sabemos también que el tema de reparación de buques aquí en Cádiz, y del contrato que se ha firmado con la Armada de Estados Unidos para el mantenimiento en Rota. Por tanto, hay una apuesta clara del Gobierno de España con la bahía de Cádiz. Pero estamos hablando de un problema estructural que no se cambia en tres años. Se cambia con mucho tiempo y, sobre todo, con la complicidad de todas las instituciones, no solo la estatal. Para ello es también necesaria la implicación de la Junta, por ejemplo, en el tema del Centro de Fabricación Avanzada. Sería interesante que se incorporara a este nuevo centro aeroespacial 4.0. que se va a generar en Puerto Real. Y también la complicidad de la administración provincial y las administraciones locales. Porque, entre todos, si vamos juntos, si nos creemos que hay que dar una vuelta al sector industrial y la realidad de la bahía, entonces sí lo vamos a ir consiguiendo. Pero poco a poco. Porque no se logra de la noche a la mañana. Hace falta tiempo y querer por parte de todas las instituciones. Hay que ir juntos de la mano.

P. Está costando que los ministros visiten Cádiz. De hecho, la de Trabajo, Yolanda Díaz, aún no lo ha hecho. ¿Vendrá en algún momento?

R. La ministra de Trabajo está muy pendiente de lo que ocurre en Cádiz, evidentemente. Yo creo que ha tenido otros trabajos muy importantes como es la renovación de la reforma laboral que se ha conseguido. Ha sido un trabajo titánico, junto a otros logros que han beneficiado a todos, como puede ser la subida del salario mínimo interprofesional y cosas así durante este año. Si tiene que venir vendrá, pero eso no es óbice para decir que no está pendiente, como el resto del Gobierno, de todo lo que ocurre en la bahía de Cádiz. Todos están trabajando a una para revertir esa situación.

P. Se acaba de aprobar una moción en el Ayuntamiento de Cádiz en la que, con los votos de su partido, el PSOE, también se pedía una reunión de los ministros con los alcaldes de la bahía. Desde ese ayuntamiento se le ha pedido varias veces que dimita por los conflictos derivados de la huelga del metal. Lo ha reclamado el alcalde. ¿Cree que esta petición tiene que ver con que su nombre haya sonado como posible candidatos del PSOE a la alcaldía de Cádiz?

R. Lo he leído en algunos artículos periodísticos que dicen que puede ser esa una de las razones. En el tema de la dimisión, si es por las actuaciones que nosotros hemos hecho durante la gestión del conflicto del metal, insisto que en lo que he estado centrado es en garantizar ese equilibrio del que te decía antes. Todo lo demás, en ese momento, no tenía tiempo para responder a ningún tipo de acusación en ese sentido. Si la razón de esa petición de dimisión era esa, habría que preguntarle al alcalde. Si realmente está actuando pensando más en una clave política o partidista, de un intento de desgaste sobre lo que pudiera pasar en próximas elecciones de 2023, que es algo completamente incierto, o si realmente lo que hay detrás es una crítica real.

P. ¿Se ve asumiendo ese reto de ser el candidato a la alcaldía de Cádiz?

R. Yo creo que es pronto. Estamos todavía en unos procesos electorales en mi partido. Empezaron a nivel federal, continuaron a nivel autonómico, a nivel provincial y que todavía queda que se cierren los procesos a nivel local. Eso está suponiendo una renovación en el partido, de una alineación con unos valores de este nuevo PSOE que se inauguró en esta etapa con Pedro Sánchez. Después, cuando pasen todos esos procesos, se empezará a hablar de elecciones. Antes tenemos unas andaluzas. Las municipales serán en 2023. Creo que es pronto para que empecemos a hablar de candidatos a la alcaldía.

P. Ha sido 2021 un año de siembre para algunos proyectos que estaban aguardando mucho tiempo, por ejemplo, el Nudo de Tres Caminos. ¿Cuándo veremos las máquinas trabajar?

R. En verano estaríamos en condiciones de meter máquinas, aunque sería contraproducente. Sería una locura que en el período de mayor tráfico rodado por Tres Caminos metamos las máquinas y empecemos a desviar tráficos. Por eso, aunque en verano estaríamos en condiciones de empezar, podemos hacer algunos movimientos, pero, realmente, las máquinas nos las veremos hasta el segundo semestre de 2022, por esa razón fundamentalmente. Lo que sí es seguro es que se está avanzado. Desde que llegamos en 2018 cogimos un proyecto que estaba paralizado, que llevaba seis años con una declaración de impacto medioambiental paralizada y atascada. En tres años hemos desatascado la declaración de impacto medioambiental, hemos sacado el proyecto provisional, lo hemos sacado a explosición pública, se han incorporado todas las alegaciones, se ha redactado el proyecto definitivo de construcción y esta semana conocíamos que ya estaba aprobado ese proyecto, que, además, ha aumentado su presupuesto. El provisional salía con ochenta y tantos millones y ha terminado con casi cien. En los próximos días, se va a sacar a licitación. Una vez salga, sabemos que la ley de contratos del estado es muy garantista y compleja, pero espero que las empresas se presenten a esa licitación y, por eso te digo, que, a mediados de 2022, ya estaríamos a disposición de tener una empresa que sea la adjudicataria y encargada de hacer todo el proyecto.

P. También este año ha salido la conexión ferroviaria con el Bajo de la Cabezuela. El pasado viernes le preguntábamos a la delegada de la Junta, Ana Mestre, sobre el tren tranvía, y volvía a responsabilizar al convenio con RENFE la imposibilida de que este nuevo medio de transporte haya sido realidad en 2021. ¿Conoce usted la razón de este bloqueo entre la Junta y RENFE?

R. No soy consciente de que falte ese convenio. En cualquier caso, el convenio con RENFE afectaría solo al tramo entre San Fernando y la estación de Cádiz, que es el uso de la vía que se va a utilizar. Recordemos que los horarios del tranvía hay que compatibilizarlos con los del tren. Pero eso no es óbice para que el tranvía no estuviera funcionando entre Chiclana y San Fernando. Algo más habrá cuando el tranvía no está funcionando entre Chiclana y San Fernando.

P. Otra cosa que se ha conseguido este año es el traslado de la comisaría desde el Pirulí hasta su sede en la Avenida. Pero los sindicatos policiales se quejan de las carencias graves que tiene este edificio. ¿Se ha descartado hacer una nueva comisaría provincial en Cádiz?

R. Esa idea está, pero también te reconozco que no es prioritaria porque en el tema de infraestructuras de la provincia de Cádiz tenemos otras comisarías que están en mucho peor estado y no se entendería que se invierta una cantidad ingente de millones de euros en una comisaría provincial cuando, por ejemplo, hay necesidades urgentes en El Puerto de Santa María o en La Línea. Están por delante. Con respecto a la comisaría de Cádiz, cuando llegamos en julio de 2018 nos encontramos que la inversión mayoritaria ya estaba hecha en la comisaría de la avenida. Solo quedaban pequeñas inversiones para terminar de rematar algunas cosas, sobre todo, de exteriores. La parte de estructura ya estaba hecha, así que no podíamos tirar el dinero público a la basura. No podíamos desechar un proyecto que estaba prácticamente finalizado. Decidimos terminar ese proyecto, siendo conscientes de que se trata de una rehabilitación de un edificio, que no es un edificio nuevo y lo tenemos que ver desde esa óptica. Ahora mismo está en unas condiciones más dignas de las que estaban en el Pirulí. Están ahora en un edificio que tratamos ahora de homologar el tema de los calabozos.

P. ¿Funcionarán los calabozos?

R. Los calabozos están. Están hechos y están arreglados. Lo que pasa es que están en período de homologación. Yo los he visto y están allí.

P. Pero no funcionan.

R. Pero es una actividad que se puede hacer en paralelo al resto de actividad. Y no se desecha la idea de que para una capital de provincia hace falta una comisaría nueva, ahora mismo no es prioritario porque tenemos comisarías en mucho peor estado.

P. También ha quedado marcado este 2021 por la lucha contra el narcotráfico derivada del Plan de Seguridad del Campo de Gibraltar. ¿Qué balance hace?

R. Son datos, que, como los del año pasado, nos hacen pensar que hay que continuar con este plan. Es un plan especial que tuvo resultados de manera inmediata en el verano de 2018. Prácticamente no había llegado el ministro del Interior, estaba recién nombrado, cuando se presentó este plan ante lo que estaba ocurriendo, que era la pérdida de autoridad de cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Y se implantó este plan. Entonces solo estaba circunscrito a esa comarca, pero, dado los buenos resultados, se observó que las mafias estaban variando sus formas de trabajar y estaban yéndose hacia Málaga y el Bajo Guadalquivir. Así que al año siguiente el plan aumentó en dotación económica y personal, también material. Y se amplió el territorio, de forma que llegó a Huelva, Cádiz y Málaga. Los resultados los estamos viendo. Prácticamente todos los días nos estamos despertando con noticias sobre una nueva operación. Eso es lo que se ve, con los alijos y las incautaciones de los bienes patrimoniales de los narcotraficantes y el blanqueo de capitales. Eso es lo que les duele. Y ya lo ha anunciado el ministro del Interior. El plan se va a prorrogar en los presupuestos de 2022 porque los resultados son excelentes.

P. ¿La inmigración clandestina ha crecido o se ha contenido en 2021? ¿Seguirá funcionando el centro de atención temporal de Crinavis en San Roque?

R. La ventaja que tiene ese centro es que podemos abrirlo y cerrarlo en función de las necesidades. Es un centro que se hizo en 2018 cuando no existía nada, en una de las peores crisis que hemos vivido. Recordamos que en 2018, nada más llegar, vinieron casi 20.000 inmigrantes y no teníamos nada para atenderles. Me acuerdo de ese verano. Agradezco a los alcaldes y alcaldesas que cedieron sus instalaciones, sus polideportivos para poder atenderles de manera digna. Se creó lo de Crinavis con una capacidad para 500 personas. Y se ha ido abriendo y cerrando en función de las necesidades de los inmigrantes. Si el circuito de atención al inmigrante, que pasa por Cruz Roja, la Policía Nacional y los servicios de acogida, puede ser asumido por las diferentes comisarías se irá haciendo allí. Si necesita abrir Crinavis porque las llegadas son más masivas, pues abrirá Crinavis. Allí hay capacidad suficiente. Este año no llevamos ni 3.000 inmigrantes. Es más que el año pasado, porque la pandemia afectó. Es una cantidad que te haga pensar que Crinavis tiene que estar abierto de forma permanente, pero está a nuestra disposició para cualquier llegada importante. 

P. ¿Cree que en 2022 se podrá retomar la Operación Paso del Estrecho?

R. Esto es una decisión que toma el Gobierno de Marruecos. Nosotros lo que hacemos es poner un dispositivo en el que participan muchos ministerios a disposición para que ese tránsito de ciudadanos, fundamentalmente, marroquíes que vienen a pasar desde Europa el verano en su tierra y luego hacen su regreso, lo hagan de la manera más fluida posible. En el momento que Marruecos decida que quiera abrir fronteras pondremos en marcha este dispositivo, que, además, está muy rodado y experimentado y que funciona con mucha perfección.

P. ¿De qué siente más orgulloso en este año?

R. Me siento orgulloso del trabajo hecho, a veces con mayor o menor acierto. Pero yo siempre intento irme a casa por la noche a dormir con la conciencia tranquila de haber hecho todo lo que estaba en mi mano por dejar un poco las cosas mejor. A veces lo consigo, otras no. Pero me puedo sentir orgulloso, de haber hecho lo que estaba en mi mano y del trabajo y la disponibilidad de arreglar las cosas que pasan por mí.