¿Por qué te deberías morir de ganas de hablar en público?

Alcobendas

Desde luego no sufrir ya es un paso muy grande para aquellas personas que pasan un calvario al realizar exposiciones en público. Pero el objetivo final, como siempre digo, es ser capaces de disfrutarlo.

Para que eso ocurra, evidentemente hay muchas cosas que podemos hacer. La primera, ensayar, ensayar y ensayar. Pero en esta ocasión, nos vamos a centrar en la importancia de cargar la mochila con argumentos que hagan que uno realmente desee que llegue ese momento. Sí, has oído bien. Se trata de cambiar el famoso “Que pase cuanto antes por favor…” por “¡Tengo ganas de que llegue el día!”.

Y esto no es una filosofía barata de mensajes positivos en una taza. No. Más bien se trata de ponerle objetividad al asunto y tratar de pensar en los argumentos reales que hay asociados a cada exposición y que pueden convertirse en motor de motivación para el orador. Y por pensarlo una vez las cosas no van a cambiar. Como todo en la vida, esto requiere de trabajito, señores.

¿Cómo podemos hacerlo? De ello hablamos en esta ocasión con Marina Estacio, actriz y comunicadora.