Aventuras y desventuras de los miñones alaveses
El miñón e investigador Jorge Cabanellas publica 'Historia de los Miñones de Álava' donde recoge algunos de los eventos más singulares del cuerpo de policía foral, el más antiguo aún en servicio de España
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"Historia de los Miñones de Álava", el libro
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Vitoria
Escucha aquí la entrevista con el miñón, investigador y autor del libro Historia de los Miñones de Álava, Jorge Cabanellas. Durante 3 años ha estado rastreando información en archivos -incluso de fuera de Euskadi- y entre los descendientes de agentes del cuerpo, que ha llegado a localizar en lugares tan dispares como Canadá, Estados Unidos o Venezuela; del trabajo con todos esos documentos, testimonios y con una gran cantidad de material gráfico (grabados, fotos) ha resultado un volumen de 500 páginas que Cabanellas describe como un libro de aventuras protagonizadas por las personas que han venido integrando el cuerpo desde su origen en 1793.
Por aquel entonces, actuaban de incógnito, sin uniforme, para poder ser más efectivos en su lucha contra el crimen. Entre la larga lista de eventos singulares que recoge este libro hay tiroteos, duelos a espada, motines, traiciones o sobornos.
Una de las historias en las que ha profundizado esta investigación, ha supuesto un cambio en el relato que se venía haciendo de la trayectoria del cuerpo de Miñones; tradicionalmente se fechaba en 1835 el momento en el que se produjeron las primeras muertes de agentes en acto de servicio, pero en realidad la primera defunción en estas circunstancias se produjo varias décadas antes, concretamente en 1800.
Domingo de Amézaga, de 45 años, fue el primer policía vasco caído en acto de servicio. Integrante de los Miñones de Álava, Amézaga partió con otros 6 compañeros a tierras castellanas. Tenían como misión acabar con una banda de salteadores que estaban haciendo mucho daño en la zona. Allí no había policía y parece ser que tampoco militares honrados, por eso pidieron auxilio a la Diputación Foral alavesa, para que les mandara a sus agentes de buena fama. Aquellos hombres tuvieron unos cuantos éxitos en aquella encomienda, pero también sufrieron una emboscada que provocó la muerte de este hombre que fue enterrado -y allí permanece- en un pueblo de la provincia de Zamora, Fuentesaúco.
Cabanellas asegura que prácticamente todas las familias de origen alavés han tenido algún miembro en el cuerpo de Miñones de Álava, la policía más antigua de España que continúa en servicio hoy día.
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