El censo de otoño del Refugio de Rapaces de las Hoces del Río Riaza registra 1.317 buitres leonados
La gran sorpresa esta año ha sido ver un Águila Imperial Joven por primera vez en un censo de otoño
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Buitres leonados en el comedero de WWF en el Refugio de Montejo. / Jesús Cobo Anula
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Segovia
Este año han participado en el censo 92 naturalistas de toda España y de otros países. Han podido avistar 1.317 buitres leonados y buitres negros. Además, y como sorpresa este año, se ha podido ver un águila imperial joven por primera vez en un censo de otoño.
Esta cifra es un poco más alta de la registrada el pasado año, cuando se contaron 1.125 buitres, pero algo menor de la de los años 2018 y 2019.
Las cifras alarman a los naturalistas que achacan la disminución a la escasez de pastoreo, que hace que les falte alimento. En Castilla y León rige la norma del 5%, que es el porcentaje que se les permite a los pastores dejar para alimento de los buitres. Cada vez hay menos pastores porque no es tan rentable como antaño, porque es mucha la burocracia que se les exije y, además, porque es una labor muy sacrificada, según señala Fidel José Fernández, presidente del Refugio de las Hoces del Río Riaza.
Además, señalan otras causas para la disminución del número de buitres, como son los parques eólicos (los animales mueren por las aspas de los molinos de viento) y las molestias que les causamos los visitantes en época de cría.
Habrá que esperar, no obstante, a los resultados definitivos de este censo en el que se dedican muchas horas de trabajo desinteresado (los naturalistas que participan son voluntarios) y que abarca áreas de Segovia, Burgos y Soria.