'Publicar tus memorias', por Pepe Belmonte

Murcia

A todo el mundo le ha dado ahora por escribir y publicar sus memorias. No hace tanto, salían a la luz unas notas póstumas de dos de los más grandes novelistas españoles de las últimas décadas, Juan Marsé y Rafael Chirbes.

Unos recuerdos un tanto retorcidos en los que los aludidos escritores ajustaban sus cuentas con muchos de sus contemporáneos, desde compañeros de oficio hasta políticos y gente famosa.

En estas últimas dos o tres semanas, siguiendo esa misma estela, han aparecido las memorias de Miguel Bosé, que parece buscar liquidez para su malsana economía, en donde pone de chupa de dómine, sobre todo, a sus padres, la actriz Lucía Bosé y el torero Luis Miguel Dominguín, ambos ya fallecidos.

También se ha decantado por contar, con pelos y señales, las intimidades –no del todo bellas ni demasiado halagüeñas– del Partido Popular, la díscola Cayetana Álvarez de Toledo, a la que no quieren ver ni en pintura, después de lo escrito en esa obra, ni Teodoro ni Pablo, el dúo dinámico del Partido.

Y, finalmente, Pedro J. Ramírez, que está en todas las salsas, que siempre lo tienes para un roto o para un descosido, a pesar de la fama un tanto oscura que le precede, ha puesto en circulación su libro, también de memorias, titulado Palabra de director, en donde, al parecer, no pone demasiado bien al huido emérito.

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Decía Mark Twain, que sí que era un auténtico escritor, de los buenos, que “si dices la verdad, no tendrás que acordarte de nada”.

Yo ahí lo dejo.

Pepe Belmonte