El Incarlopsa Cuenca cae víctima de sus propios errores ante Granollers
Derrota conquense por 29-34 tras una mala primera mitad que lastró todo el partido
Thaigo durante un lanzamiento / Lillo
Cuenca
Una mala primera mitad y muchos fallos en seis metros condenaron a la derrota al Incarlopsa Cuenca ante Granollers por 29-34. El portero Ante Grbavac con 18 paradas fue el mejor de los conquenses que dejan escapar otros dos puntos de un Sargal que en esta temporada está siendo conquistado en demasiadas ocasiones.
Desconcertantes primeros minutos de Cuenca, con mala elección en los lanzamientos, además de algunas pérdidas, lo que obligó a Lidio Jiménez a pedir tiempo muerto a los ocho minutos cuando el marcador reflejaba un 1-4, que podía ser peor sino es por las tres paradas Ante Grbavac en estos primeros compases. La defensa conquense, con Pozzer y Bulzamini en el centro, y Thiago desplazado al dos, no podía contener los ataques vallesanos con un inspirado Alex Márquez.
Le tocó a Cuenca ir a remolque. Granollers pillaba ventaja de cinco. Chema Márquez tomaba el relevo de su hermano en la faceta ofensiva vallesana y aparecía la figura de Guadia bajo palos. Lidio Jiménez se mostraba cada vez más preocupado por lo que veía. Sólo las paradas de Grbavac mantenían a Cuenca en el partido. Al descanso se llegaba con un significativo 13-18 y eso que en los primeros 30 minutos Grbavac firmaba 11 paradas.
Trascurrían los minutos de la segunda y los jugadores que deben liderar el ataque conquense seguían sin aparecer. Cuenca fallaba muchas ocasiones en seis metros que imposibilitaban cualquier amago de reacción. Volvía a pedir tiempo muerto Lidio Jiménez, (16-22, minuto 8). Probaba Cuenca una defensa 5-1 con Prantnert en el avanzado, pero Granollers seguía lanzando con demasiada facilidad desde siete metros, sin apenas contactos.
El partido entraba en los últimos diez minutos con Granollers cinco arriba. Sólo con que Cuenca hubiese estado algo más afortunada en seis metros estaría metida en el partido, pero ninguno de los jugadores locales tomaba las riendas. Sólo el joven Leo Prantner, con pinta de jugador importante en unos años, dejaba destellos para la grada.
Tiró Cuenca de la heroica en los últimos minutos, el Sargal comenzó a apretar, pero el equipo seguía cometiendo errores infantiles, y los que tienen que aparecer no aparecieron, para al final sellar la derrota conquense.
