Sociedad
Vertidos industriales

GuraSOS denuncia otro vertido de la incineradora de Zubieta en marzo de 2020 según un informe de Guardia Civil

El colectivo afirma que la incineradora intentó evitar las pruebas de dos vertidos de aguas con amoniaco ocurridos durante el año pasado

Rueda de prensa concedida este miércoles por Gurasos / Radio San Sebastián

San Sebastián

El colectivo GuraSOS ha asegurado este martes que el "desastre ecológico de Arkaitzerreka" (el vertido de aguas con amoniaco acontecido en mayo de 2020) fue un suceso "intencionado". El derrame de aguas contaminadas procedentes de la incineradora de Zubieta por el arroyo de Arkaitzerreka, según ha argumentado la plataforma, provocó la muerte de 15 ovejas además de numerosos peces.

Las denuncias presentadas este miércoles por la plataforma responden, según han asegurado los mismos, a una investigación llevada a cabo por la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente de la Guardia Civil sobre este vertido a la que han tenido acceso. La reserva judicial que requieren este tipo de pesquisas ha sido omitida, según han explicado fuentes de la plataforma, por el "interés público" que tiene esta investigación.

El documento de la Benemérita, según los portavoces de GuraSOS, recoge un episodio ocurrido en marzo de 2020 con "un riesgo potencial similar" al que tuvo lugar dos meses después. En el episodio conocido, el del vertido ocurrido en mayo de 2020 en este pequeño afluente del río Oria, la plataforma denuncia que desde la incineradora se intentaron borras las huellas del incidente.

Al parecer, el vertido hasta ahora conocido, consistió en un derrame de amoniaco en una cubeta de seguridad durante el proceso de carga de otro depósito de amonio de la incineradora. La cubeta de seguridad, según afirman los portavoces de GuraSOS, había visto modificada su diseño y, en vez de ser estanca, comunicaba con los pluviales del arroyo Arkaitzerreka.

Este "grave accidente químico" fue seguido, según la investigación de la Benemérita a la que desde GuraSOS asegura haber tenido acceso, por un vertido de 2,3 millones de litros de agua que tenía por objetivo eliminar los restos de amoniaco que pudiesen quedar en los pluviales de Arkaitzerreka. Esto, denuncian desde el colectivo, "no fue ya un accidente sino una acción consciente por parte de los responsables de la instalación por intentar borrar las huellas del derrame de amoniaco".

El vertido, cuya investigación está en manos del juzgado de instrucción nº 5 de San Sebastián, mantiene por el momento al Consorcio de Residuos de Gipuzkoa como institución investigada por el incidente.

Es precisamente hacia el GHK a quienes han dirigido el grueso de sus críticas desde GuraSOS. Joseba Belaustegui, portavoz del colectivo, entiende que la investigación señala al consorcio guipuzcoano por haber permitido que la incineradora funcionase sin haber comprobado sus sistemas de seguridad. Además, "desmiente la versión de que había un circuito cerrado y de que era imposible verter al arroyo".

Cloroalcanos en una anguila

De acuerdo al presunto informe de la Guardia Civil al que habría accedido GuraSOS, los agentes de la Benemérita también recogen la presencia de una anguila muerta en los alrededores de la incineradora de Zubieta. En el animal un análisis de laboratorio habría encontrado cloroalcanos, una sustancia tóxica, cancerígena y prohibida en la Unión Europea desde 2004.

Las pesquisas de la Guardia Civil apuntarían también a una relación entre el hallazgo de estos cloroalcanos y la incineradora de Zubieta, ya que estas sustancias suelen estar vinculadas a la quema de residuos como plásticos y otros deshechos urbanos.

José Manuel Navarro

José Manuel Navarro

Periodista e historiador. Murciano. Ahora aquí y en Crónica Vasca. Antes, en Radio Bilbao, Radio Murcia...

 
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