Mirelle Rosique: "A los muertos hay que verles la cara para comenzar el duelo"

Murcia

El miedo a la muerte y la negación de la misma es un tema muy presente en muchas personas. Festividades como la del 1 de noviembre, día de Todos los Santos, hacen que muchos miren hacia los cementerios y en cierta manera recuerden que antes o después todos tenemos que morir.

En Hoy por hoy Murcia hemos charlado con Mirelle Rosique, enfermera experta en cuidados paliativos pediátricos en el hospital Virgen de la Arrixaca (Murcia) y presidenta de la Asociación Duel'Ando.

En su visita a la radio, Rosique nos ha hablado de la importancia de perder el miedo a la muerte y nos ha animado a afrontar este trance con una mayor naturalidad. "Desde que nacemos sabemos que vamos a morir, no hay que esconder esta realidad a una sociedad que empuja cada vez más la muerte a lugares como hospitales y residencias, olvidando que al igual que la vida, la muerte debe estar presente en el crecimiento y desarrollo de las personas", nos dice.

Esta experta en pérdidas y duelo no aconseja que para comenzar el duelo por un ser querido hay que ver o tocar ese cuerpo inerte, y hasta incluso vestir a la persona fallecida. "Es una forma de comprender que esa persona ya no está con nosotros e iniciar el duelo de una forma sana y natural", asegura.

Mirelle Rosique se ha referido al momento de la muerte como algo inevitable que sufre el que se va pero también familiares y amigos del fallecido. Dice esta enfermera que el amor todo lo puede y que hay que afrontar ese momento dando gracias por el tiempo compartido con esa persona y hacer que ese amor, en caso de que se pueda, se transmita a la persona que está a punto de fallecer a través de muestras de cariño. "Es muy bonito que esa persona se vaya con esa paz y ese cariño que le puedan transmitir sus seres más allegados, eso también nos ayudará a encajar su muerte de una forma más tranquila y menos dolorosa", asegura.

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Rosique también se ha referido al miedo o incomodidad que produce hablar sobre la muerte, una sensación de incomodidad que ha hecho que este tema se haya convertido en un tabú social, "lo que nos aleja de una realidad que debe estar presente en nuestras vidas".

No hay que apartar o reducir la muerte al ámbito hospitalario o sanitario, debemos de hablar de la muerte con más naturalidad y hacerlo; por ejemplo, delante de los niños "que también deben participar de alguna forma en la despedida de sus seres queridos, como pueden ser lo abuelos". "No hay que ocultarles la muerte de los abuelos a nuestros hijos, hay que explicarles que es un proceso que forma parte de la vida y que nosotros haremos todo lo posible para estar con ellos el mayor tiempo posible de nuestra vida, pero que la muerte llegará antes o después".

La enfermera de cuidados paliativos pediátricos en el hospital Virgen de la Arrixaca, también se ha referido a la muerte de un hijo: "En parte con la muerte de un hijo se pierde un poco la eternidad y todos esos sueños que habíamos depositado en ese pequeño desde su nacimiento. Es de las pérdidas más difíciles de superar", ha dicho.

Mirelle Rosique nos invita a no hacer desaparecer la muerte de nuestras vidas y darle el lugar que se merece en el ámbito familiar. De esa forma -asegura- "normalizaremos una situación por la que todos debemos pasar y el dolor por la pérdida de nuestros seres queridos se hará mucho más fácil de sobrellevar, y hasta incluso, nuestra propia muerte".