El final de una época
La demolición de la torre de refrigeración de la térmica de Velilla pone punto y final a la minería en Palencia
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Palencia
La demolición contralada de la torre de refrigeración de la central térmica de Velilla supone, no sólo la desaparición de uno de los emblemas de la localidad sino, que viene a certificar el final de una era y de la actividad minera en la comarca. Un total de 82 kilos de explosivos han derribado la torre ante los ojos de numerosos curiosos y medios de comunicación.
Se han instalado 300 puntos de dinamita que han acabado con los 101 metros de altura de la torre reduciendo a escombros una parte de la historia de la montaña palentina en apenas 5 segundos. Mucha expectación para ver caer todo un símbolo 56 años después de su construcción. Opiniones para todos los gustos pero, en general, tristeza por lo que significa su desaparición.
En los años 1980 la entonces Iberduero decidió la ampliación de la Central Térmicaentrando en funcionamiento el Grupo 2 en octubre de 1984 con una potencia nominal de 350 MW. A su vez se construyó la torre de refrigeración, que no había sido necesaria para el Grupo 1, que era refrigerado en circuito abierto. Fue en noviembre de 2017 cuando se comunicó el cierre de la Central y el 1 de julio de 2020 cuando Iberdrola apagó para siempre la Central Térmica de Velilla.
