La despolitización del Tribunal de Cuentas se queda a medias

Bilbao

Ahora que se vuelve a hablar de puertas giratorias, la actualidad nos recuerda uno de los casos mas sonados. En 2015 el que fuera diputado general de Bizkaia pasó en una semana a dirigir el Tribunal Vasco de Cuentas, el órgano que debía fiscalizar su pasada gestión. Con los votos de PNV y PSE. Y la crítica unánime de la oposición. La primera iniciativa de esta en la pasada legislatura fue para reformar la ley del tribunal, despolitizarlo y evitar las puertas giratorias.

Seis años después, con José Luis Bilbao con mandato agotado desde julio, el Parlamento aprobará hoy esa reforma. Y se quedará a medias. Se refuerza la independencia del próximo presidente, que necesitara el apoyo de tres quintos de la Cámara. Pero no se le exigirá un tiempo de barbecho entre el ejercicio de la política y la entrada en el órgano.

Seis años después un caso como el de Bilbao podría ser posible. Solo habría que meter a un tercer partido en el reparto de cargos, para conseguir su apoyo. Incluso con la ley en la mano, el propio Bilbao, el que provocó la reforma, podría ser reelegido por un mandato.

Porque eso es lo que viene ahora, la renovación del tribunal. Ahí comprobaremos en qué medida se ha despolitizado o lo de hoy solo es una capa de maquillaje.