El fotógrafo de Cuéllar, Eduardo Marcos, retrata la cara y la cruz del volcán Cumbre Vieja en La Palma

Cuéllar

El pasado mes de mayo el guía fotográfico y vecino de Cuéllar, Eduardo Marcos, tuvo la ocasión de fotografiar la erupción de un volcán desértico en Islandia. En aquel momento, ni se imaginaba que pocos meses después su objetivo apuntara para fotografiar imágenes igual o más impactantes en España. El pasado 10 de octubre viajaba como guía fotográfico de la agencia leonesa Wildwatching Spain y junto a otras 9 personas y otro guía a la isla de La Palma para documentar la erupción del volcán Cumbre Vieja que califica de 'La Bestia'.

En el relato de su experiencia, ante todo deja claro dos aspectos: el objetivo de documentar el volcán a través de fotografías de un fenómeno tan extraordinario de la naturaleza que tiene gran belleza y plasticidad. Y por otro lado lo hace con "el más absoluto respeto y solidaridad con las personas afectadas, la parte negativa de este fenomeno, es el sufrimiento de algunos de los habitantes de la isla durante este largo mes".

"Incialmente te haces una composición del luegar con la información que te llega por los medios, numerosas fotografías en redes sociales de fotógrafos locales que han sido los primerso en estar ahí… Pero hasta que no estas allí, respetando por su puesto las zonas de exclusión que están marcadas, empiezas a visualizar la dinámica del volcán  y el atractivo potente de este fenómeno natural, y sobre todo lo que más nos ha sorprendido es el ruido, el rugido constante que esta permanentemente echando lava y en ciertas zonas el ruido es ensordecedor", detalla.

Define la experiencia como sobrecogedora, y destaca las dos enormes columnas de humo que vieron al llegar y el ruido de 'la bestia'  "Es lo que más sorprende e impacta, inicialmente". Después al atardecer las sensaciones son otras al empezar a visualizar en la luz oscura las explosiones constantes de la lava. Llegaron a estar situados a apenas 3 kilómetros pero las sensaciones eran de una mayor cercanía. "Aparece un sentimiento de insignificancia como ser humano ante la fuerza de la naturaleza. Se mezclan las dos caras del volcán, la belleza y la tragedia. Ves como avanza la lava imparable hacia el mar arrasando todo a su paso... se unen sentimientos encontrados".

Durante los tres días que estuvieron en la isla también tuvieron la oportunidad de hablar con los vecinos, especialmente en la zona de la iglesia de Tajuya donde se concentran, según describe, palmeros, visitantes y medios de comunicación de todo el mundo además de ser donde tiene su sede el IGN.  Eduardo Marcos destaca el trabajo y la buena organización de las fuerzs y cuerpos de seguridad del Estado, Policía Nacional, Guardia Civil, UME que vigilan la zona y garantizan la seguridad de la zona ayudando a los afectados y controlando que los accesos a las zonas de exclusión.

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En el relato de este fotógrafo especialista en paisaje también destaca que desde las autoridades invitan a que se siga manteniendo el flujo turístico. Calcula que en un 90% de la isla la vida es normal pero se ha visto afectada por el miedo desde el punto de vista turístico. Por ello explica que las instituciones invitan a que sigan acudiendo visitantes a la islal para evitar que la actividad económica no cese por completo ya que los restaurantes, alojamientos, comercio, colegios y empresas que no se han visto afectadas continúan con su actividad cotidiana. Entre esta mezcla de situaciones y sensaciones, un sonido constante el rugir, el sonido indescriptible y amenazante de 'La Bestia'