'Nueva normalidad': ¡Qué bello es (re)vivir los festivales tal y como son!

Granada

Al igual que vamos avanzando en la dirección correcta para alcanzar la plena normalidad tras lo más duro de la covid, lo estamos haciendo en todos los sentidos y no se podía dejar de lado la cultura en su vertiente musical y festivalera. Ya nos sorprendieron las promotoras adaptándose a las adversidades que causó la pandemia con diversos formatos, localizaciones, aforos y las famosas sillas, esas mismas que ya estamos dejando atrás volviendo a poder estar de pie, disfrutando de los conciertos como se merecen, el uso de la mascarilla sigue siendo obligatorio hasta que la Junta de Andalucía comunique lo contrario y todo apunta a seguir así hasta primavera del año que viene.

Un ejemplo de esa transformación nos la han dado los Hermanos Toro creando el ciclo Granada Vibra, que es una deconstrucción completa del Bull Music Festival y en la que durante cuatro sábados seguidos nace Granada Urbana, Halloween y los Bull Days, de los que procedemos a dar cuenta de ellos.

Este sábado 16 de octubre, el Cortijo del Conde de Granada volvía a ser el centro de todas las miradas por esa apuesta entre mestizaje, fusión y hasta aires flamencos. Un cartel que resultó ser lo suficientemente atractivo para concitar a unas 4.000 personas en el recinto. Mr. Kilombo apareció con su habitual desparpajo y simpatía, una buena forma de entrar en materia e ir quitando el óxido de los cuerpos tras tanto tiempo hechos un cuatro y algunos con los dibujos de los respaldos de las sillas casi tatuados.

Desde Huelva llegaba la siempre divertida propuesta de Antílopez, con un comienzo al más puro estilo rockero de Tequila para dar paso a su "chiripop absurdo", así definen ellos su música. Si uno se encuentra con parte del público con las camisetas del grupo eso te asegura que hay un nexo de unión entre éste y el grupo que se irradiará antes o después al resto del respetable. Un test a tiempo real de las vacunas que nos han puesto a cada uno o un cover del mítico Song2 de Blur, nos da pistas sobre lo que allí sucedió.

Ya la noche aparecía en el horizonte, aunque el juego de luces que nos dejó la puesta de sol sirvió como fondo ideal para las diversas "stories" de las redes sociales, cuando llegó Maka al escenario, este granadino ha supuesto una revolución con un estilo muy personal y particular, mezclando sonidos urbanos con los sones flamencos que emanan de la guitarra de Lolo de la Encarna.

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Siendo una jornada dedicado al mestizaje no podían faltar Green Valley con su visión propia del reggae o como trasladar Jamaica junto a su evolución londinense del dance-hall. Tras ellos llegaba "El Kanka", un cantautor que ha sabido colocarse como cabeza de cartel, debido a sus letras, cercanía, trato, voz, buena prueba son "Que bello es vivir" o ese canto a nuestra tierra, "Andalucía".

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Sobrepasada la media noche y tras ese respiro que deja Kanka tras su paso llegó el vendaval con una Nita excelsa y un Ale entregado o lo que es lo mismo Fuel Fandango soltando toda esa furia contenida durante demasiado tiempo. El broche final correspondió a "El Canijo de Jerez" mimetizado con los Bull Days, apareció vestido de morlaco para terminar haciendo un vuelo rasante sobre las testas del público. No debe sorprender demasiado ya que su actividad en las RRSS iba in crescendo conforme se acercaba la fecha.

Una vuelta a los antiguos festivales que todos recordábamos con anhelo, volver a sentir la música recorrer tu cuerpo, poder vibrar al ritmo y bailar, algo tan sencillo, parecía tan lejano que apenas dábamos crédito mientras lo sentíamos. Así transcurrió la primera jornada de los Bull Days. La segunda entrega será este próximo día 23 donde esperamos que se subsanen algunos fallos como los eternos cambios entre bandas.