Los pediatras desmienten que los lactantes de zonas mineras deban cambiar la leche materna por la de fórmula
Una investigación del toxicólogo Miguel Motas alentaba a las madres de la Sierra Minera de Cartagena y La Unión a no dar el pecho a sus hijos
Murcia
La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha desmentido que los bebés que toman leche materna en zonas con altos niveles de contaminación deban sustituirla por otras de fórmula, ya que apenas hay casos descritos de enfermedades causadas por la transmisión de contaminantes medioambientales a través de la lactancia.
El Comité de Salud Medioambiental de la organización ha elaborado un documento en respuesta a una investigación del toxicólogo de la Universidad de Murcia (UMU) Miguel Motas, exconsejero del Gobierno murciano de Cs, que alentaba a las madres residentes en el área de la Sierra Minera de Cartagena y La Unión (Murcia) a no dar el pecho a sus hijos por la alta presencia de metales pesados en su leche materna.
Según la AEP, los niveles de contaminantes ambientales reflejados en el estudio de la UMU en ningún caso suponen un "alto riesgo" ni para las mujeres ni para los lactantes, como defendía el proyecto de la universidad, publicado el pasado 7 de octubre en diversos medios de comunicación tras aparecer en la revista científica International Journal of Environmental Research and Public Health.
Por el contrario, en los 50 años que se llevan acumulando evidencias científicas al respecto, "hay muy pocos casos descritos de enfermedad por la presencia de contaminantes ambientales a través de la lactancia materna".
De hecho, "los lactantes amamantados alcanzan mejor rendimiento neurológico y resultados en salud que los que toman sucedáneos artificiales", dado que la lactancia materna "neutraliza los contaminantes ambientales, incluidos los neurotóxicos, y contrabalancea sus efectos".
"Recomendar la introducción precoz de sucedáneos artificiales en sustitución de la lactancia materna contribuye a empeorar el desarrollo neurológico de los lactantes de las zonas mineras de España", afirma tajante la asociación.
Insiste en que la leche de la madre, "además de los componentes nutricionales, proporciona otros componentes biológicos o bioactivos, que no solo neutralizan las exposiciones y los efectos adversos de los contaminantes ambientales, sino que son fundamentales para cimentar, desarrollar y fortalecer el sistema inmune".
La AEP ha descartado además la recomendación del estudio de hacer análisis a las madres residentes en zonas mineras para medir los niveles contaminantes porque no los hay de referencia para cuantificar los ambientales que se transfieren a la leche.
Remiten a las madres de esta zona a la unidad de Salud Medioambiental Pediátrica del hospital Virgen de la Arrixaca, de Murcia, para resolver cualquier duda al respecto.
El jefe de esa unidad, Juan Antonio Ortega, mantuvo el pasado 9 de octubre un encuentro informativo con madres de la zona minera que participaron en el estudio de la UMU hace 7 años y habían denunciado que no habían recibido ninguna noticia de él hasta la publicación en medios de comunicación de sus resultados esa misma semana.
Ortega trasladó que "la leche materna es especialmente recomendable para los lactantes de la sierra minera porque "vivimos en un mundo contaminado" en el que aquella es un "ecosistema amenazado más", pero con menor contenido en plomo, por ejemplo, que las leches artificiales.
Insistió además en que, además de sus componentes nutricionales, tiene otros compuestos bioactivos que contrarrestan las exposiciones a neurotóxicos y "son imposibles de copiar" en las leches de fórmula.
Parte de las madres que participaron en este estudio, agrupadas en torno al grupo de lactancia "De madre a madre", han solicitado ser retiradas de todas las menciones de la investigación, ya que no se han sentido informadas sobre el uso que se iba a hacer de su leche ni sobre los resultados de los análisis y se sienten "defraudadas y engañadas".