60.000 personas en La Rioja vivían en pobreza o exclusión social en 2020
Una cifra que supone el 19% de la población riojana y son 12.000 personas más que el año anterior
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60.000 personas en La Rioja vivían en pobreza o exclusión social en 2020.
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Logroño
La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en La Rioja (EAPN La Rioja) ha cifrado en 60.000 las personas residentes en la comunidad que vivían en situación de pobreza o exclusión social en 2020. Un número que, de acuerdo con estos datos, supone el 19 por ciento de la población riojana, y que es, además, 12.000 personas más que el año anterior.
Así figura en el 11º Informe 'El Estado de la Pobreza', basado en los resultados de la tasa AROPE, que se ha presentado este jueves con motivo de la conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se celebra el 17 de octubre. La tasa AROPE viene dada por la combinación de 3 indicadores: riesgo de pobreza, privación material severa y hogares con baja intensidad de empleo.
Según el 11º informe el 19 por ciento de las personas residentes en La Rioja estaba en situación de pobreza o exclusión social en el año 2020. En términos absolutos son 60.000 personas las que se encuentran en esta situación, 12.000 más que el año anterior.
Estos datos suponen una subida de 3,8 puntos porcentuales respecto al año anterior y cabe destacar el incremento de la tasa AROPE dentro de la población masculina.
Sin embargo, para los responsables de EAPN La Rioja, "no obstante, ese porcentaje del 19 por ciento está por debajo de la media nacional, que ha sido del 26,4 por ciento, lo que coloca a La Rioja en la cuarta mejor posición entre todas las regiones".
En la presentación se han desgranado, entre otros, los datos recogidos en los indicadores que marcan la tasa AROPE. El primer indicador es el riesgo de pobreza, teniendo en cuenta que se considera como tal vivir en un hogar con una renta inferior a 802,50 euros mensuales por unidad de consumo.
En 2020 la tasa de pobreza de La Rioja ha aumentado en 2,7 puntos, lo que significa 9.000 personas más que el año anterior y la cifra se sitúa en el 15 por ciento de la población. Es decir, unas 47.000 personas estaban en riesgo de pobreza.
En cuanto a la pobreza severa, supone vivir en un hogar cuyos ingresos son inferiores a 6.417,3 euros al año por unidad de consumo. Es decir, cada persona debe sobrevivir con menos de 281 euros mensuales (en el caso de una familia con dos adultos y dos menores), o con menos de 535 euros mensuales (si vive sola).
La cifra de pobreza severa en La Rioja, al igual que el año anterior, ha descendido y se sitúa en el 4%, lo que supone 12.000 personas, 6.000 menos que el año anterior.
El segundo indicador se refiere a la privación material severa, una situación en la que están quienes no pueden afrontar, al menos, cuatro de los siguientes gastos: vacaciones una semana al año, alimentación básica, vivienda con temperatura adecuada, gastos imprevistos, gastos en vivienda, automóvil y ordenador.
Según este indicador, La Rioja ha experimentado una subida y el 2,3% de la población se encuentra en esta situación, que en términos absolutos afecta a más de 7.000 personas, 2.000 personas más que en 2019.
Desde EAPN indican que "debe tenerse en cuenta que la privación material severa incluye este año el brutal efecto de la pandemia provocada por la covid-19 y que, tanto el conjunto del territorio nacional como la inmensa mayoría de las regiones, sufrieron un importante aumento de las tasas".
En este sentido, el incremento de la privación material severa en La Rioja es inferior al registrado para la media nacional, ya que el incremento nacional es de 2,3 puntos, mientras que en La Rioja el aumento es de 0,7 puntos.
El tercer indicador se refiere a la baja intensidad de empleo (BITH), sobre las personas entre 0 y 60 años que viven en hogares en los cuales se trabaja menos del 20 por ciento de su potencial total de empleo. Recoge la relación entre el número de meses trabajados por todos los miembros de la unidad familiar y el número total de meses que podrían trabajar como máximo, todas las personas en edad laboral de dicho hogar.