Nuevo tratamiento para frenar la procesionaria del pino en Paracuellos de Jarama

Paracuellos de Jarama

Los pinos de Paracuellos de Jarama gozan de un nuevo tratamiento contra la procesionaria o Thaumetopoea pityocampa, que ya se ha comenzado a utilizar, según ha anunciado la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Paracuellos de Jarama. La solución se aplica mediante inyecciones y está contemplada en el contrato de lucha anti vectorial que tiene adjudicado la empresa Denfor.

El nuevo procedimiento, que se suma al procedimiento habitual de la retirada de nidos, ha comenzado por aquellos ejemplares con mayores problemas y con una mayor dificultad, debido a su ubicación, para la aplicación del tratamiento tradicional. Para las primeras inyecciones se han elegidos los pinos que se encuentran en el parque ubicado en la confluencia del paseo del Radar y la calle Canarias, el perímetro de las viviendas del parque del Chusquillo (en la bajada al Lavadero) y la calle Portugal.

Los ejemplares vegetales objeto de tratamiento son coníferas, de 90 a 200 centímetros de perímetro medio, localizados en diversas zonas del municipio. Dependiendo del diámetro del tronco se pondrán entre 3 o 4 inyecciones por árbol. Las coníferas se ven afectadas por el ataque de procesionaria del pino, este insecto es una de las plagas más devastadoras de los pinos españoles ya que pueden llegar a la defoliación total de los árboles en los que se alimentan. Otros daños relevantes son los que provocan a las personas y animales con los pelos urticantes que desprenden cuando se tiene contacto directo con ellos, afectan especialmente a los ojos y vías respiratorias.

Con el fin de evitar incidentes, el uso de productos fitosanitarios de origen químico se justifica, siempre y cuando se aplicación se lleve a cabo por el método de Endoterapia, un tratamiento que funciona a partir de la capacidad de flujo de savia que hay en el interior de los tejidos vasculares (xilema). En sus estadios larvarios avanzados es cuando proceden a bajar de los pinos y comienzan las procesiones, formando largas filas de orugas (a las que deben su nombre común) buscando un sitio para enterrarse, iniciando un nuevo ciclo de vida al año siguiente.