Iñigo Antépara: "La muerte de Koldo se preveía, porque las instituciones se pasaban la pelota entre ellas"

Vitoria

"A Koldo le tocó todo para que le saliese todo mal. Al final ha pasado lo que tenía que pasar. Es un caso sangrante", asegura Iñigo Antépara, que seguía el caso de Koldo Arribillaga, desde el verano de 2020, desde la iniciativa Derecho a Techo.

Koldo falleció a los 55 años, el 8 de septiembre de 2021, por una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). No tenía un lugar para realizar el postoperatorio que requería la intervención, por lo que recurrió a los servicios sociales del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz.

Desde el centro cívico de El Campillo le estaban haciendo seguimiento, pero sin proporcionarle lo que Derecho a Techo solicitaba. Es decir, una vivienda para él solo para poder pasar el postoperatorio con unas condiciones higienico-sanitarias necesarias: "Ha sido la tormenta perfecta de las instituciones para que terminase pasando lo que ha pasado".

Koldo no consiguió esa vivienda. Pero, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz asegura que ha sido atendido regularmente por los servicios sociales —desde 2020— y que ha accedido a ciertos alojamientos puntuales. El Campillo le proporcionaba como solución el Centro Nocturno de Acogida Aterpe, pero la dinámica de este centro no cumplía con las necesidades de Koldo ya que "a las 8 de la mañana se tenía que marchar y tenía una patología que no podía andar 50 metros, ni podía cargar con el peso de una máquina respiratoria", apunta Antépara.

Iñigo Antépara, Derecho a Techo: "Desde Osakidetza estaban asustados de que ocurriese lo que le ha ocurrido. El fallecimiento de Koldo era algo que se preveía, las instituciones estaban al tanto, pero no les ha pareció que Koldo se mereciera tener unos recursos disponibles. El resultado es el que es, el esperado".

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Según Derecho a Techo, Osakidetza les aseguraba que "Koldo debía ser operado de manera inmediata". Pero, Osakidetza niega que no se le quisiera operar y lo vincula con el "grave estado de salud" de Koldo: "Nunca se deja de operar a nadie por no tener vivienda".

Koldo también acudió al Ararteko y a la Síndica y, desde Derecho a Techo, defendían que "habían hablado con toda la gente que tenía posibilidad de solucionar la situación". Koldo había sufrido dos episodios de desahucios a lo largo de los dos últimos años.

Primer desahucio, en 2019

En 2019 Koldo fue desahuciado de una vivienda en Vitoria donde residía con su madre —según el diario El Salto— por impago de crédito hipotecario. Tras tener que abandonar la vivienda, acudió a un bar de su propiedad.

Segundo desahucio, en 2020

Koldo recibió, a principios de año, una carta al bar donde estaba viviendo. Le indicaban una sanción mensual de 600 euros en el caso de que no hubiese un "cese defintivo del uso vividero del local". Es decir, Koldo ya no podía hacer uso del bar como vivienda.

Iñigo Antépara, de Derecho a Techo, a 19 de mayo de 2021: "Nos parece una tomadura de pelo. No es que no se le busque una mejor situación habitacional para que pueda ser operado, sino que le quieren multar por vivir en un bar de su propiedad, la única opción que tiene para no vivir en la calle".

El perro de Koldo

Koldo tenía un perro del que prefería no separarse. Él mismo lo decía en las ocasiones que la Cadena SER tuvo la oportunidad de hablar con él. Ahora, el perro de Koldo está con unos "conocidos" de Koldo "aunque no solían acogerle —asegura Antépara— sin embargo, en esta ocasión, cuando ingresó en el hospital el 7 de septiembre, le verían tan mal que ya preveían lo que iba a pasar, y lo aceptaron".

Koldo Arribillaga, en rueda de prensa, a 19 de mayo de 2021: "Quisiera poder llevarme al perro y eso solo puedo tenerlo en un pisito pequeño para mí".

Elkarrekin Podemos en el Parlamento pide explicaciones

La parlamentaria vasca de Elkarrekin Podemos, Isabel González, ha hecho público su deseo de comparecencia del gerente del Hospital de Txagorritxu y la consejera de Servicios Sociales sobre la muerte de Koldo Arribillaga: "Nos parece que pueda haber negligencias en este caso. Nos parece muy grave que una persona muera porque no tenga un sitio donde pasar un postoperatorio, y que la administración se pase la pelota de un sitio a otro. Queremos llegar hasta el final y conocer cuál es la versión de las instituciones que llevan estos temas".