Madres solteras por elección denuncian discriminación en el acceso a tratamientos
La de Navarra, constituida en el 2020, es una de las catorce delegaciones de la asociación nacional que reúne a mujeres que han decidido crear familias en solitario mediante reproducción asistida, acogimiento o adopción
Madres solteras por elección (20/09/2021)
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Pamplona
La Asociación de Madres Solteras por Elección denuncian la "discriminación" de la que son objeto en relación al acceso a la prestación sanitaria de reproducción asistida.
La de Navarra, constituida en el 2020, es una de las catorce delegaciones de la asociación nacional que reúne a mujeres que han decidido crear familias en solitario mediante reproducción asistida, acogimiento o adopción.
Entre sus demandas figura el reconocimiento a las semanas que correspondería al progenitor en el caso de la familia biparental y una ley a nivel estatal de familias monoparentales y monomarentales.
Dar visibilidad a su tipo de familia y sus reivindicaciones son otros de los objetivos de la asociación que anima a las mujeres que se encuentran en situaciones similares a unirse.
Denuncian que las mujeres que quieren ser madres en solitario no tienen los mismos derechos que las que tienen pareja, aunque las leyes hablan de igualdad y de no discriminación.
En ese sentido subrayan que el Decreto Foral de 2016 tiene aspectos que chocan como que la salud sexual y la reproducción forman parte del desarrollo de la persona, no habla de parejas, algo que aparece en todas las leyes de Igualdad, pero que "no se corresponde con la realidad".
Inciden en que la Orden Foral de 2016, las mujeres madres solteras se quedaban a un lado con las prestaciones que se ofrecían a mujeres lesbianas o con pareja, en su caso el acceso a tratamientos se limita a la inseminación artificial con seis intentos, lo que, ha agregado, contrasta con la oferta de otras comunidades autónomas que sí ofrecen otros tratamientos.
Las probabilidades de ser madre con inseminación artificial entre los 35 y 39 años es de un 14,2 %, señalan, por lo que lo que ofrece la sanidad navarra es "una lotería".
Esto, agregan, significa un "desperdicio" del presupuesto público. Actualmente cada tratamiento de inseminación artificial cuesta unos 600 euros de medicación, en las clínicas privadas entre 800 y 1.200 euros entre gastos médicos y personal, lo que multiplicado por seis supone "un coste muy elevado que se desperdicia porque es muy poca la probabilidad" de lograr el objetivo de ser madre.
