Salvador Millán cede la alcaldía de Castro del Río al PP: "Arreglar una calle no es de izquierdas o derechas"

Córdoba

El Ayuntamiento de Castro del Río ha celebrado este miércoles un pleno de investidura que da cumplimiento al acuerdo que alcanzaron tres concejales socialistas y el Partido Popular de Castro del Río para turnarse en el poder durante este mandato. Los ediles del partido de la rosa fueron expulsados de su formación tras este pacto que, tras la renuncia de Salvador Millán como primer edil del municipio, coloca al popular Julio Criado como alcalde.

"En las últimas semanas hemos incrementado nuestras conversaciones", admite Millán, "aunque han sido permanentes durante estos dos últimos años en los que, a causa de la pandemia, tan mal lo hemos pasado en los ayuntamientos". El hasta ahora alcalde ha explicado que el acuerdo entre estos tres concejales, el PP y un grupo municipalista se fraguó "con objeto de facilitar la gobernabilidad del pueblo y armar un proyecto común para Castro del Río".

Así, recuerda que "el entendimiento llegó después de que fuera imposible el pacto entre PSOE e Izquierda Unida, a quien se le ofreció la alcaldía siempre que su número uno diese un paso atrás, debido a un historial de aptitudes que no considerábamos adecuadas". Como la formación de izquierdas se negó en rotundo, prosigue en su explicación, "hubo que dejar de lado las ideologías y sentarnos a trabajar".

El acuerdo con Julio Criado (PP) "fue llevado a la asamblea del Partido Socialista de Castro del Río y salió adelante con un 95% de los apoyos", asegura el concejal, que no pudo evitar su expulsión del PSOE junto a otros dos compañeros de formación. "Pero teníamos que hacer algo", sentencia, "porque en municipios pequeños no cabe entrar en la discusión de políticas de izquierda y derecha, no tenemos competencias en muchas de las cuestiones que llevan a ese debate". Y lo ejemplifica: "arreglar una calle es de izquierdas y de derechas, es gestionar por el bien de los vecinos".

Precisamente el respaldo de su comunidad es lo que más anima a Millán en la semana de su renuncia como alcalde. "Estoy recibiendo muchísimas muestras de cariño y creo que he intentado hacer el mejor trabajo posible, teniendo en cuenta que la pandemia ha marcado el mandato de forma muy significativa", explica en declaraciones a La SER.

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Durante este tiempo, Millán ha echado de menos a su partido: "preferiría estar bajo el paragüas del PSOE porque ejercer como 'no adscrito' supone el reto de que muchas veces no tienes a una organización que te oriente y te guíe".

Ahora, una vez entregado el bastón de mando, tanto él como los otros dos concejales que fueron expulsados han solicitado su readmisión: "nos basamos en los estatutos del PSOE, que establecen un periodo mínimo de dos años desde la expulsión, y ahora estamos a la espera de respuesta". Espera que sea afirmativa, dice, "porque creo que hemos demostrado que somos socialistas de corazón que hemos mirado por nuestro pueblo".