El sector del ocio nocturno asegura que poder abrir sus negocios "sabe a gloria"
Pubs y discotecas podrán abrir sus puertas hasta las 3 de la madrugada, pero todavía se mantiene la prohibición de bailar
Gandia
Se acabó la restricción a la movilidad nocturna de 1 a 6 de la mañana. La ciudad de Gandia ha pasado su primera noche sin toque de queda. Esa es una de las decisiones que tomaba el lunes 6 de septiembre la Mesa Interdepartamental para la Prevención y Actuación ante la COVID-19 para el proceso de desescalada , pero además, el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, anunciaba la apertura del ocio nocturno.
De ese modo, y tras muchos meses de cierre los pubs y discotecas podrán volver a abrir sus puertas, eso sí, sigue en pie la prohibición de bailar, pero los locales podrán trabajar hasta las 3 de la madrugada. El aforo en el interior será del 50% y se podrá utilizar la barra para la retirada de consumiciones.
En cuanto a la hostelería, también cambios en la medida que limitaba el número de comensales por mesa. Se incrementa la ocupación en el interior, que pasa de 6 a 8 personas, pero se mantiene el límite en exteriores fijado en 10 personas por mesa. Además, en las reuniones sociales hay libertad en cuanto al número de personas que se pueden juntar.
Una medida, la de la apertura del ocio nocturno que ha sido muy bien recibida por el sector. Desde Gandia de Noche, asociación que engloba a los empresarios del ocio nocturno, su portavoz Diego Mas ha mostrado su satisfacción por el levantamiento de la restricción tras un verano que ha calificado de complicado ya que no han podido recuperarse de las pérdidas.
Diego Mas, portavoz de Gandia de Noche
02:45
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
No obstante, considera el portavoz de Gandia de Noche que no pueden trabajar de la manera más eficiente o de la que pueden sacar un mayor beneficio, pero de momento esa decisión es bienvenida. Diego Mas ha recordado que el sector del ocio nocturno ha sido uno de los que más ha sufrido las restricciones, y ahora el hecho de no poder bailar, sigue poniendo límites a los locales, pero los empresarios preferían un horario más flexible aunque sea con condiciones más estrictas.