El TSJC rechaza reabrir el ocio nocturno en Cataluña por el riesgo de brotes
Empresarios del sector están acampados en la plaza de Sant Jaume para reclamar un calendario de reapertura. Algunos han comenzado una huelga de hambre
Barcelona
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha rechazado reabrir el ocio nocturno en Cataluña porque la patronal del sector no ha aportado ninguna prueba de que las medidas de control de acceso a recintos cerrados tengan la misma "eficacia" que su cierre en la contención de brotes de coronavirus.
Así lo ha acordado la sección tercera de la sala contenciosa administrativa del alto tribunal catalán en un auto en que rechaza el recurso de la Federación Catalana de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) y avala las medidas acordadas por la Generalitat, que se prorrogaron el pasado 19 de agosto, para mantener cerrado al público el espacio interior de los locales de ocio nocturno y limitar el horario de la restauración hasta las 00.30 horas.
El TSJC afea a la Fecasarm que pretenda suspender estas restricciones contra el coronavirus y sustituirlas por otras sin aportar pruebas del perjuicio económico que causan al sector y concluye que no se acreditado una "eficacia similar" de control de la pandemia y para contener brotes epidémicos entre la restricción de la actividad en espacios cerrados y su apertura con control de acceso, como solicitó la patronal
La protesta del sector
Los empresarios del ocio nocturno han iniciado una acampada en la plaza Sant Jaume de Barcelona para reclamar al Gobierno un calendario de reapertura. El sector quiere volver a abrir con un 50% del aforo, como mínimo, en el horario habitual y con la actividad de baile en las discotecas.
El secretario general del Gremio de Discotecas, Ramon Mas, ha pedido al Ejecutivo que deje hacer el trabajo a los empresarios y les dé "herramientas" para hacerlo bien. Una de estas es el certificado Covid, que acredita que las personas han pasado la enfermedad, tienen la pauta de vacunación completa o disponen de un test negativo antes de entrar en el local. El objetivo es minimizar el riesgo de contagio y garantizar así una reapertura "controlada" del sector.
Algunos de los miembros de la acampada harán también una huelga de hambre para protestar contra el cierre de los locales de ocio nocturno. El sector ha reclamado "planificación" y una "solución" después de un año y medio sin facturar.