Cada vez se abandonan a más perros en València: las protectoras están saturadas

Valencia

No hay quien se libre de los efectos de la crisis económica, ni siquiera los animales. Pasados los peores momentos de la pandemia, esos en los que corrió el rumor de que había gente que adoptaba perros para poder burlar el confinamiento, llega el golpe a las economías domésticas. Ya hay familias que no pudiendo hacer frente a sus necesidades básicas, se ven obligadas a devolver a sus mascotas. Son pocos casos, pero se dan y duelen, según cuenta la presidenta de Modepran, Amparo Requena.

Las protectoras hacen lo que pueden, y un poco más. Pero no hay sistema, al menos el actual, que sea capaz de asumir la cantidad de animales abandonados. Y entre los que se llevan la peor parte, razas como Pit Bull, American Staffodshire o Rottweiler. También podencos, esos que abandonan porque ya no les sirven.

La presidenta de Modepran recuerda que, como se ha visto en dos sentencias recientes, el abandono y maltrato de animales puede conllevar pena de cárcel. Es delito y es una crueldad.