Yemen abastece por fin de alimentos y medicinas al buque del marinero de Bueu Pablo Costas
El buque permanece retenido desde hace once meses en lo que Costas califica como un secuestro en condiciones infrahumanas ante la inacción, denuncian, del gobierno central
Vigo
Once meses cumplen ya los marineros del pesquero gallego, Cobija, retenido en Yemen en una situación de abandono, sin comida y sin agua. Una situación insostenible que ha hecho que anoche el gobierno local tuviese que enviar por fin víveres y un médico para estudiar el estado de la tripulación, con varias personas que han enfermado especialmente por el hambre tras nueve días sin comer. Entre los tripulantes, un marinero de Bueu (Pontevedra), Pablo Costas, que relata la situación en la que se encuentran, de completo abandono y sin que vean un horizonte claro para poder regresar a sus casas. Desconfían, además de los que consideran, son en realidad sus secuestradores y sus intenciones.
PABLO COSTAS: TEMEMOS POR NUESTRAS VIDAS
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Para mañana sábado está convocada una concentración en Bueu para reclamar la intervención del gobierno que asegura estar esperando por una respuesta de la justicia yemení que no llega.
MANOLO CAAMAÑO: QUE EL GOBIERNO ACTUE PARA RESCATAR AL MARINERO GALLEGO APRESADO EN YEMEN
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Pablo Costas lleva ya un año y medio sin ver a su familia, su mujer está cada día más afectada y abatida, temen por su vida y su hermano, Víctor, pide una solución pronta porque el gesto de anoche no los tranquiliza demasiado.
VICTOR COSTAS, HERMANO DEL MARINERO GALLEGO RETENIDO EN YEMEN HABLASOBRE EL ESTADO DE SU HERMANO Y FAMILIA
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En julio de 2020, tras faenar desde diciembre de 2019 en el Índico Sur, una patrulla de guardacostas de Australia abordó al pesquero Cobija a 500 millas de la costa australiana. Armados, los agentes de aduanas entraron en el buque, solicitaron la documentación y registraron la embarcación. Tras la incursión, el barco navegó rumbo norte-noroeste y, como les ocurrió a otras embarcaciones durante los primeros meses de pandemia, no pudieron atracar por no tener permiso sanitario. Posteriormente, la empresa panameña propietaria del buque comunicó al capitán la venta del barco a una empresa somalí, aguas donde pescaron durante tres semanas. El nuevo armador les ordenó descargar en Yemen, donde atracaron el 27 de septiembre de 2020. Desde entonces permanecen allí, donde recaló la supuesta denuncia por pesca ilegal de Australia.
Desde el puerto le han indicado que no tienen problemas con que se marche, pero le alertan de que el fiscal general exiliado en Arabia Saudí ha apelado la sentencia. Yemen ha dejado de aportar comida, que antes les entregaban a cuentagotas. Pablo Costas y sus tripulantes están sufriendo una situación que empeora día a día, fruto de la falta de alimentos y de agua potable que, sumada a la insalubridad y la inhabilidad en la que se encuentran hace crece el temor por su vida y por su salud. En los últimos días la situación se había agravado, con desmayos, vómitos y otros síntomas de enfermedad en cuatro de los tripulantes, a los que Pablo Costas atendió con los escasos medios que todavía restan en el barco.