Los hosteleros de Indautxu se preparan para la llegada de los hinchas del Athletic
Los clientes volverán a llenar los bares de la calle bilbaina acatando las restricciones y bajo refuerzo policial
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Calle Licenciado Poza / Cadena SER
![Calle Licenciado Poza](https://cadenaser.com/resizer/v2/5LWORBKKEZLLLIVZYUUSQWDROE.jpg?auth=dc0357a292fb18e6993694fb0657827c281f3a3b31fee1096d961eeefa87ef1c)
Bilbao
El público vuelve a San Mamés, los fans del Athletic vuelven a rugir y los clientes volverán a llenar los bares de la calle Licenciado Poza, de Bilbao, eso sí, acatando todas las restricciones. El 1 de marzo de 2020 el estadio bilbaíno fue escenario de un Athletic-Villarreal que, en aquella fecha, nadie podía imaginar que iba a ser el último partido de la liga con aficionados en un año, y la famosa calle del centro de Bilbao acogía a los hinchas en una ambiente festivo.
Aunque saben que no será bajo las mismas condiciones, muchos de los hosteleros de Pozas se preparan ya para el estreno de la temporada en casa. “Nos hemos organizado pensando en el partido tanto en materia prima como en personal”, afirma Beñat Landa, dueño de la taberna Ziripot. Otros como Salva García, del bar El Viejo Zortzi admiten que, aunque esperan que la afluencia de los leones les ayude a remontar esta mala temporada, se actúe con responsabilidad y se amplíe la seguridad durante la tarde y la noche. “Estos partidos siempre atraen a la gente, pero yo espero que la gente sea más responsable que nunca y a parte de apelar a la responsabilidad social creo que debe de haber una presencia policial para evitar que sucedan cosas como las que han pasado”, comenta haciendo referencia a los incidentes registrados el pasado 3 de abril en aquella calle antes de la final de la Copa del Rey que los de Bilbao jugaron contra la Real Sociedad.
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El alcalde de la ciudad, Juan Mari Aburto, ya avisó el pasado jueves del refuerzo policial programado para este fin de semana y mostró su preocupación no solo por la cancelada Aste Nagusia, sino también por el partido contra el Barcelona. “Yo mañana en mi terraza tengo que ser el policía, la camarera, el padre y la madre de los cuatro clientes que vengan a mi terraza”, explica Ariane del bar Ados, haciendo un llamamiento al civismo, “espero que haya más policía que gente. Yo estaré en tensión constantemente y para mi será otro mal día”, añade. Y sentencia que aunque sí que espera un mayor ambiente, ella no se ha preparado logísticamente: “imagino que a esta calle vendrán todos los efectivos del mundo y por eso la gente se irá a las calles paralelas donde puedan estar más tranquilos tomando algo”.