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Espeleoduero recupera una cascada obturada en el GR

La labor constante de limpieza de los piragüistas hacen de este entorno un lugar más seguro y agradable

Caída de agua despejada por Espeleoduero / Imagen facilitada

Caída de agua despejada por Espeleoduero

Aranda de Duero

La labor altruista del club deportivo Espeleoduero una vez más ha servido para mejorar la imagen y la seguridad del sendero GR-14 a su paso por Aranda. Este colectivo ha despejado una de las cascadas que desembocan en el Duero de la maleza que la tenía prácticamente obturada. Se encuentra ubicada a la altura del instituto Vela Zanetti. Los piragüistas se emplearon a fondo en su desembocadura para retirar todas las ramas y zarzas que la ocultaban. “Es un sobrante de un riego que cae desde arriba hacia el Duero y es una pena que esté tapada, porque la gente que pasa por ahí le gusta verla, así que desde dónde desemboca el río fuimos quitando zarzas y maleza hasta que se viera un poco; la parte de arriba está muy mal y no pudimos subir, pero ya con lo que hemos quitado tiene una vista más agradable”, explica el secretario del club, José Luis Esteban.

Aunque el resultado de esta intervención puede que sea más llamativo, los miembros del club casi de forma constante están realizando labores de este tipo para limpiar el Duero de obstáculos, que hacen su navegación más peligrosa. “Los piragüistas por nuestra propia seguridad procuramos que el río esté lo más limpio posible, porque el Duero es muy peligroso al bajar casi siempre turbio y no poder ver lo que hay; si hay gente que se baña y se tira de cabeza, tiene que tener mucho cuidado, porque debajo puede haber ramas y cuando se cae un árbol procuramos cortarle las ramas para que pueda correr el agua y no se hagan presas de broza”, detalla Esteban.

Este trabajo al final revierte en beneficio de todas las personas que tienen la costumbre de pasear por el GR-14, que fue deshomologado por la Federación de Montaña por la falta de cuidados en septiembre del año pasado, para vergüenza de las administraciones públicas, que no parece que hayan hecho nada por evitarlo. Dice Esteban que dedicando un par de jornadas al año con medios más profesionales se podría mantener decentemente este valioso sendero. “Yo creo que en el tramo que hay desde Aranda hasta la depuradora, que son 5 kms, las dos orillas que tienen hierba y zarzas con dos actuaciones al año, con unas desbrozadoras de las que tienen los jardineros yo creo que no podría llevarles más de dos días y quedaría perfecto, porque hay que ver la cantidad de gente que paseamos por ahí”, concluye el secretario de Espeleoduero.

 
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