La escultura de Néstor Basterretxea rescatada en el Aratz se queda en Araia

Vitoria

Tras el hallazgo de un vecino el pasado mes de junio de la escultura desaparecida de Néstor Basterretxea en el monte Aratz , finalmente, se quedará en el pueblo de Araia. La familia del escultor vizcaíno ha decidido colocarla en un cruce a la entrada de esta localidad alavesa —calle Santsaerreka—, donde todo aquel que llegué al pueblo la verá y desde donde también se ve el Aratz.

De momento, la escultura se ubicará provisionalmente en octubre en el centro de Araia —cerca del frontón o de la iglesia— por las obras de infraestructura que se van a realizar en los próximos meses en la calle donde la familia la quiere situar.

Gorka Basterretxea, el hijo de Néstor, ha explicado a Ser Vitoria que lo que sí tenían claro es que "querían exponerla en un lugar público" ya que la escultura había estado en la naturaleza durante tanto años. "Entendíamos que cuando nuestro padre eligió esta escultura, tuvo muy en cuenta el espacio en el que se iba a ubicar y siempre era un espacio natural", ha explicado Gorka.

A pesar de haber estado tanto tiempo a la intemperie, la pieza de Basterretxea apenas necesita ser restaurada, tan solo limpiar unas pegatinas de la cara superior. "Una restauradora va a limpiar las pegatinas y a dar patina, pero el resto de golpes se quedarán", ha aclarado la alcaldesa de Aparrena, Txelo Auzmendi. Y es que el propio Néstor no era demasiado partidario de restaurar las piezas, según ha comentado la alcaldesa a la Ser, ya que de esa forma se puede apreciar la huella que el tiempo deja en ellas.

La obra es una réplica en bronce única que fue creada en madera en 1962 y que pertenecía a una trilogía con otras dos obras: Bizkaia y Gipuzkoa. Hace 25 años se instaló en la cumbre del monte Aratz, donde confluyen los territorios de Álava, Gipuzkoa y Navarra, pero a los pocos años desapareció. Por el momento, se sigue sin saber qué pasó, pero esperan que con el paso del tiempo se conozca lo ocurrido.