Foto Iris
El estudio del fotógrafo José Bueno permaneció en el 123 de la calle Bravo Murillo cuarenta años. Su nieta Marisa Tierno relata a Radio Madrid la historia del laboratorio fotográfico de su abuelo
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El estudio del fotógrafo José Bueno permaneció en el 123 de la calle Bravo Murillo cuarenta años. Su nieta Marisa Tierno relata a Radio Madrid la historia del laboratorio fotográfico de su abuelo. / Myriam Soto
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Madrid
Entrar a la casa de Marisa Tierno Bueno en Torrelodones es como trasladarse a otra época. Nada más llegar, y después de traspasar el dintel de la puerta de fuera, ella dirige a la periodista hacia el salón. 'Mira ésta es la joya de la corona' . Detrás del umbral se encuentra un dibujo a carboncillo del pintor Rafael de Burgos que parece una foto en blanco y negro. 'Todo el mundo se cree que es una foto de lo bien que está dibujado'. Está enmarcado en madera, 'mi marido y yo lo restauramos'. Marisa guarda como oro en paño muchos recuerdos del abuelo, ' yo era su ojito derecho'. Pese que el abuelo tuvo 6 hijos, ella era una de las nietas preferidas, y la admiración era mutua.
El abuelo la llevaba 'a la foto'. Allí organizaban las reuniones familiares. La foto era el estudio de fotografía presidido por el retrato de José Bueno Ramiro, con su sombrero de tipo borsalino de medio lado. En el número 123 interior permaneció durante más de 40 años Foto Iris fundado por él, tras iniciarse en los pueblos de alrededor de Santa Cruz de la Zarza (Toledo), donde nació. Fue su padre el que le regaló la primera cámara, suponemos que aquellas de fuelle, que transportaba de localidad en localidad en un borrico. 'Le avisaban de los pueblos para fotografiar a los muertos'. La fotografía post-mortem era una manera de certificar el óbito y también era la más cotizada.
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Foto Iris permaneció durante cuarenta años en el 123 de la calle de Bravo Murillo. / Myriam Soto
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Foto Iris permaneció durante cuarenta años en el 123 de la calle de Bravo Murillo. / Myriam Soto
Pero José se trasladó a Madrid. En la capital aprendió más del oficio en el estudio de Diego Calvache y más tarde se independizó. En Bravo Murillo encontró un estudio. Fue Antolín, el dueño de la droguería del número 123 quien le alquiló algo más que un chiscón en el interior del portal. Fotografió a vecinos, bautizos, comuniones y bodas. Y sobre todo hizo mucho dinero con las fotos del DNI. 'Hacían cola en la puerta del negocio los clientes...' recuerda Marisa.
José Bueno Ramiro también fue uno de los fundadores del Partido Radical Socialista, como consta en su ficha de filiación como fotógrafo, emitida en 1936 por la Junta Delegada de Defensa de Madrid. Marisa le recuerda como el 'verdadero republicano' por su generosidad innata. Murió el 7 de septiembre de 1964 y está enterrado en el Cementerio de la Almudena.
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Myriam Soto
Redactora de Radio Madrid