Medio siglo de cromos con Liga Este y Panini

Ya está en el mercado la clásica colección de cromos de La Liga Santander de fútbol, la Liga Este, publicada por Panini, que este año cumple además 50 años de existencia y que por ello ha querido celebrarlo con una edición especial y con novedades que hemos repasado en Hoy por Hoy Madrid Sur con el director general de Panini España, Lluís Torrent. Con mayor tamaño que el año pasado, con secciones recordando a grandes jugadores que han pasado por la liga española, con una caja metálica que contiene las portadas de las colecciones de estos 50 años y con lo que, lamentablemente, serán los cuatro últimos cromos de Messi en el FC Barcelona, se presenta esta edición que espera recuperar el paso perdido en los dos últimos años por la pandemia. De hecho Torrent es claro: el año pasado la situación en los colegios les golpeó, pero creen que ya este año y especialmente en 2022 se recuperará el ‘sile nole’, el intercambio personal de cromos, la esencia del coleccionismo. Pero no es la única colección: en fútbol Megacracks (también en el mercado) y Adrenalyn (la otra joya de la corona, prevista para dentro de unos meses) también cuentan con la licencia oficial de La Liga y este año, por primera vez, se exportan a Asia, como adelanta Torrent en la SER. Son grandes ejemplos de las entre 70 y 75 colecciones que sacan en España cada año y que en los próximos meses contarán con novedades como las de Barbie, Patrulla Canina o Dragon Ball. Sobre la posibilidad de explorar otros nichos de mercado, enfocados a un público más adulto con cards más caras pero también de una mayor calidad, con trozos de camiseta y firmas reales al estilo americano, Torrent admite que este tipo de coleccionismo ha aumentado pero aún es incipiente en España, donde el hobby sigue siendo preferentemente infantil. Aunque muestra su sorpresa por noticias que hablan de millones de euros a cambio de un único cromo de NFL o NBA, asegura que su ‘primo’ americano, Panini America, ha aumentado su facturación precisamente gracias a la pandemia y a la cultura de coleccionismo en Estados Unidos, aún muy diferente a la europea.