Detenidas cuatro mujeres en la Sierra de una organización que robaba con el método del 'abrazo cariñoso'
Jerez de la Frontera
Agentes de la Guardia Civil de Cádiz, en el marco de la 'Operación Usturoi', han desarticulado una organización criminal que operaba en diferentes puntos de la geografía española dedicada a la sustracción de joyas a personas de avanzada edad con denominado método del 'abrazo cariñoso'. Durante la operación se han detenido a cuatro mujeres, procediendo a la entrada y registro en su domicilio, recuperando casi 6.000 euros, relojes y joyas fruto de los robos cometidos.
Según ha indicado la Guardia Civil en una nota, se han esclarecido hasta el momento ocho delitos cometidos por estas mujeres, a las detenidas se les imputan los delitos de pertenencia a grupo criminal, hurto, robo con fuerza y robo con violencia e intimidación.
Los hechos tuvieron lugar durante los meses de abril y mayo, cuando los guardias civiles del Equipo de Policía Judicial de Arcos de la Frontera se hicieron cargo de tres denuncias interpuestas en las localidades de Puerto Serrano, Algodonales y Bornos, donde personas de avanzada edad eran víctimas de la sustracción de joyas que portaban en el momento de cometerse el delito.
En ese momento da comienzo una investigación que relaciona los hechos entre sí, ya que compartían un modus operandi similar, siendo lo más significativo la avanzada edad de sus víctimas y el uso del denominado 'abrazo cariñoso' para arrebatarles el efecto deseado.
Los primeros hechos de los que se tuvo conocimiento ocurrieron el pasado 4 y 5 de abril en la localidad de Puerto Serrano y Bornos, respectivamente, cuando las víctimas fueron abordadas en la calle para sustraerle las joyas que portaban en ese momento. El día 12 del mismo mes, en la localidad de Algodonales, las autoras consiguieron entrar en casa de su víctima de avanzada edad, con el pretexto de vender ajos y al percatarse de que encontraba sola, dos de las detenidas la sujetaron por los brazos y la cabeza, mientras una tercera revolvía todos los muebles de la casa para sustraerle joyas, relojes y dinero en metálico.
Las mujeres recorrían las calles abordando a personas de avanzada edad con la excusa de venderles ajos u otros productos agrícolas que se ofrecían a transportar en sus carritos de la compra o bien les ofrecían estos productos puerta por puerta de los domicilios para intentar entrar en sus casas.
Las detenidas utilizaban laboriosas tácticas de acercamiento, de manera que mostraban una amabilidad exagerada y agradecían su ayuda de forma muy cariñosa con besos, abrazos y en ocasiones ofreciendo favores sexuales "sin que las víctimas tuvieran tiempo a reaccionar".