Ya hace seis años del incendio de Quesada

Jaén

Ya hace seis años del incendio de Quesada. Aquel 5 de julio de 2015 nadie sospechaba que, cuando una tormenta eléctrica ocasionó un incendio en el paraje Cruz de los Muchachos, este fuego no lograría apagarse durante 25 largos días. El Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas sigue teniendo una cicatriz muy profunda. Mucho más profunda de lo que hubiera sido deseado debido a la falta de una apuesta económica realmente ambiciosa para la recuperación de la zona.

Hoy lunes es 5 de julio, por lo que se cumple esta triste efeméride. El incendio de Quesada fue uno de los de mayor superficie afectada en nuestro país. Además, por supuesto, de ser el más grave de nuestra provincia. Las llamas arrasaron 9.761 hectáreas. Unas cifras cercanas a las 10.000 hectáreas que deberían haber servido como punto de inflexión a la hora de destinar dinero público a nuestro medio ambiente. Aunque todo parece indicar que ni una herida de este calibre ha tenido resultado.

Hasta el momento, tan sólo se ha intervenido en la recuperación de 720 hectáreas de monte público. Y son cifras oficiales de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía que, en los últimos dos años, ha destinado sólo 376.000 euros para actuar en repoblaciones sobre 184 hectáreas, que se suman a las primeras 536 hectáreas iniciales. Hagan cuentas, el total fueron 9.761 hectáreas y se ha actuado durante los últimos seis años en 720.

Se han licitado trabajos selvícolas en montes de Quesada y Huesa por valor de 259.639 euros, destinados fundamentalmente a la creación de infraestructuras preventivas de extinción de incendios forestales como líneas y áreas cortafuegos, indican desde el gobierno regional. Para venir a estropear lo que ya considerábamos como imposible, en 2020 se registró otro incendio en Quesada con otras 157 hectáreas afectadas. Y ojo, sobre éstas aún no se ha actuado por parte de la Junta de Andalucía porque se quiere ver cómo responde la naturaleza.

Una situación por la que los alcaldes de los consistorios de Quesada y Huesa han venido siendo muy críticos. No se puede dejar olvidada a una zona que prácticamente se fracturó por el fuego. Quieren actuaciones e inversiones que sirvan para recuperar la superficie arrasada. Consideran que es una zona altamente sensible y que actúa como dique de contención del avance de la desertificación que llega del levante almeriense. No en vano, el incendio se llevó por delante dos terceras partes de esta barrera natural.