Los vinos de Convento Oreja
La elaboradora riebereña se caracteriza por elaborar vinos modernos con mucha alma y una historia de pasado entrañable que rodea su nombre
RIBERA DEL DUERO
En la segunda edición de 'Un balcón a la Ribera del Duero', vamos a conocer de la mano de nuestra maravillosa denominación de origen, la DO Ribera del Duero, los vinos que crean sus bodegas. Disfrutaremos de la máxima expresión de un trabajo explícito, cuidado, mimado. Las fabulosas creaciones de familias, de grandes y pequeñas elaboradoras, pero con un mismo sueño y en un mismo terreno. Desde el balcón de esta ribera, contemplaremos las mejores vistas y nos sentiremos unos privilegiados por poder ostentar tanta riqueza gastronómica y cultural, a tan solo un paso.
Hoy nos acercamos a Convento Oreja de la mano -o de la voz, mejor dicho- de Antonio Vaquero. Una bodega singular que rinde homenaje a los orígenes del vino en un entorno como la comarca de Peñafiel, y en concreto en Langayo. "Realmente lo que tenemos ahora son las ruinas de lo que llamamos Convento Oreja pero en su momento, cuando se construyó, se conocía como un priorato. Es un icono de nuestra juventud y tiene una historia fantástica alrededor del vino. Hacemos vinos muy especiales en los que ponemos nuestra pasión y nuestro alma. Lo que intentamos transmitir es emoción. Nuestros vinos tienen una historia detrás. Elaboran vinos modernos donde la tinta fina es la verdadera protagonista. Y luego alma, que ponemos en nuestros vinos", explica.
La charla al completo puede reproducirse en el siguiente audio.