Sociedad | Actualidad
Transfobia

Violaciones en grupo, pedradas y palizas: el infierno de las trans en Canarias

Marcela y Dona revelan en Hoy por Hoy Tenerife el infiero que vivieron en Tenerife en los años setenta: "Una vez nos paró un grupo de hombres, nos violaron, nos hicieron de todo y nos dejaron tiradas al final de la playa de las Teresitas"

Marcela y Dona cuentan en Hoy por Hoy Tenerife el infierno que vivieron como mujeres trans

Marcela y Dona cuentan en Hoy por Hoy Tenerife el infierno que vivieron como mujeres trans

31:03

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Tenerife

Dona ejerció la prostitución en los setenta bajo el mítico puente Serrador de Santa Cruz de Tenerife. "Era la única salida, no nos contrataban en ninguna parte, no querían a las mujeres trans, o nos prostituíamos o nos dedicábamos a cantar", explica Dona sobre un colectivo que todavía hoy ronda el 85% de paro en España. "Una vez nos violaron cuatro niñatos, nos obligaron, hicieron con nosotras lo que quisieron esos cabrones", explica Marcela. "Nos pegaron, nos tiraron de los pelos, nos obligaron a hacer todo tipo de barbaridades y groserías y nos dejaron tiradas como pura mierda al final de la playa de Las Teresitas", explica con dureza Marcela.

"Nos apedreaban, nos pegaban, nos tiraban piedras desde los coches", cuentan dos mujeres que acaban de recibir el homenaje del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y del Gobierno de Canarias a través de la Dirección General de Diversidad, que les ha puesto una placa bajo el puente que cruza el infierno que atravesaron. Marcela y Dona fueron detenidas decenas de veces por "sospechas" bajo el amparo de la Ley de Peligrosidad Social del franquismo. "Una vez nos impidieron ir al baño, tuvimos que orinar en la celda y nos hicieron limpiarlo con nuestras propias faldas", relata Dona.

"Yo llevaba un reloj que me había regalado mi padrino y la policía daba por hecho que era robado y nos acusaban de robar sin haberlo hecho", explica Dona. "Muchísimas veces nos culpaban de haber robado sin haber robado nada, era una excusa", añade Marcela. "Cuando llegábamos a la cárcel nos retenían setenta y dos horas y muchas veces nos obligaban a acostarnos con ellos", ha contado la histórica activista trans muchísimas veces. Marcela reconoce, sin vergüenza, que vendía hachís para sobrevivir, "poder subirme a una guagua y llevar dinero a mi casa, no teníamos dinero, no nos contrataban, no nos querían", lamenta.

Dona cobraba entre doscientas y quinientas pesetas por subirse a un coche con un hombre. "Siempre teníamos problemas, algunos venían asquerosos, apestando, si les decías algo te pegaban o te echaban el coche encima por no querer ir con ellos, eso ocurría a cada momento", cuenta Dona. "Un día a las tres de la mañana en la calle Tres de mayo aceleró conmigo dentro del coche, tiré el freno de mano y me tiré del coche en marcha, y como esas muchísimas", añade. "Tíos que venían borrachos en coche y nos vaciaban extintores enteros encima y nosotras nos defendíamos tirando piedras", han contado en el Hoy por Hoy especial del Orgullo desde el Cabildo de Tenerife patrocinado por la Consejería de Diversidad.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00