Salvador asegura que no será "impedimento" y que la solución está "muy muy cerca"

Granada

Luis Salvador no dimite. Después del primer pleno que el Ayuntamiento de Granada celebra tras el estallido de la crisis el 8 de junio, las posiciones se mantienen idénticas: el alcalde no ha dimitido -y no parece que lo vaya a hacer; su plan sólo él lo conoce-; el PP espera que finalmente la situación le favorezca, pero no tiene los catorce votos garantizados; y PSOE y Unidas Podemos van a activar, ya sí, la posibilidad de promover una moción de censura que desemboque en un pleno de investidura.

Al final, y para escenificar su posición contraria a la permanencia del alcalde, un total de 22 de los 27 corporativos que conforman la oposición en el Pleno, los de los grupos municipales de PSOE, PP, y Vox, junto con los no adscritos, han abandonado la sesión, que no ha podido finalizar.

Pero tampoco a PSOE y Unidas Podemos les da la aritmética, no suman los 14 votos que hacen falta. Así que, después del espectáculo que ha acogido el Salón de Plenos este viernes, el conflicto está exactemente donde estaba, con un Ayuntamiento dirigido por un equipo de gobierno de dos personas y sin una solución clara a la vista.

"Solución muy cerca"

Que la solución "está muy muy cerca", como ha prometido el alcalde, es lo único que parece más fiable a esta hora. ¿Qué solución será? Nadie lo sabe. Salvador, eso sí, ha garantizado que "no voy a ser un impedimento".

El pleno, casi monográfico, se ha dilatado durante una hora y 45 minutos. Una sesión mixta, con algunos ediles en el salón, presencialmente, y otros de forma telemática. 27 concejales que cuestan a la ciudad cerca de 150.000 euros al mes, que ya han costado por tanto más de tres millones y medio de euros desde que comenzó el mandato, y cuyo entendimiento y rendimiento ha estado en tela de juicio desde el primer día.

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En Hoy por Hoy Granada hemos repasado y resumido los momentos más importantes y las intervenciones más significativas.

Todo sigue igual

El alcalde se ha mostrado críptico. No ha dicho que vaya a dimitir ni todo lo contrario, pero ha asegurado que buscará una fórmula que garantice la estabilidad en el menor tiempo posible.

La oposición -o sea casi todos 25 de 27- ha zarandeado al alcalde desde arriba, desde abajo, desde la izquierda y desde la derecha, pero Salvador ha aguantado la embestida acostumbrado ya a este tipo de afrentas. Le han pedido a Luis Salvador que se vaya o se enfrentará a una moción de censura -que el PSOE trata de evitar a través de una solución de consenso pero el PP no quiere oír hablar de reunirse en busca de soluciones-.

Unidas Podemos, por su parte, dice que no espera más. Anuncia que el lunes se pondrá en marcha en busca de apoyos para presentarla.

El Partido Popular, socio hasta hace 18 días de Ciudadanos, ha evitado el debate, ha permanecido a la defensiva toda la mañana. Eso sí, mantiene que no habrá entendimiento con el PSOE, que rechazará en cualquier caso toda propusta que no sea un gobierno que aglutiene a las fuerzas de la derecha con un alcalde popular.

El PSOE, su concejal Fernández Madrid, ha recordado al PP que es culpable de todo, que está en el origen de este problema, con aquel cambio de cromos de hace dos años, y está también al final tras abandonar el gobierno municipal.

Por cierto, Cuenca, el portavoz socialista, ha delegado la parte más agria del debate. Ha aparecido muy al final en tono conciliador, proponiendo una solución de consenso, pactada, que evite más daño y acelere la recuperación de la estabilidad.

A todo esto, en las trincheras de concejales escondidos que no representan a nadie se han mantenido callados toda la mañana Lucía Garrido, Manuel Olivares y Sebastián Pérez.