"Aquí mis hijas van a tener un futuro mejor"

Bilbao

Hace dos años, cinco familias sirias pisaban por primera vez suelo vasco. Llegaron desde un asentamiento de Jordania y exhaustos tras su travesía. 16 menores y 29 adultos encontraron un nuevo hogar en Euskadi, concretamente en Portugalete, Andoain, Vitoria, Arrigorriaga y Bilbao. Dos años después, estas familias han vuelto a reunirse en Bilbao para celebrar el Día Internacional de las Personas Refugiadas, acto organizado por el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, bajo un ambiente festivo y la participación en talleres.

Estas cinco familias llegaron a Euskadi gracias al programa Patrocinio Comunitario, dependiente del departamento organizador. Ellos formaron parte de un programa piloto y pionero en Europa que nació inspirado en un modelo canadiense. Este programa basa sus valores en la solidaridad de las personas que se convierten en el soporte fundamental de estas personas refugiadas. Su apoyo social, material y financiero hace que la adaptación e integración para ellas sea mucho más fácil pese a las dificultades iniciales.

Una de las familias que ha particiado ha asegurado que "aquí voy a tener una futuro mejor para mí y para mis hijas". La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha recalcado en el acto que “es necesario, hoy más que nunca, compartir la responsabilidad de proteger, incrementar y diversificar las vías legales de entrada de Unión Europea para personas que necesitan protección internacional” y ha recordado que en la actualidad hay 90 millones de personas desplazadas.

En el evento de la capital bizkaina se ha podido disfrutar de un herri kirolak, bailado por el grupo de danza de Castaños, Salbatzaile Dantza Taldea junto a algunos miembros de las familias sirias, y de la música fusión vasco-árabe de Mutsa Cuartelet, que han contribuido a crear un ambiente en el que ha reinado la interculturalidad. Jose Luís Etxebarría, niño de la guerra de 91 años, ha estado también presente para contar su experiencia como refugiado en Francia y Bélgica y recalcar que hay que “ser agradecidos” y de la misma forma que fuimos acogidos, “debemos acoger”.

Por su parte, organizaciones sociales han convocado movilizaciones en las tres capitales de la Comunidad Autónoma Vasca con motivo del Día mundial de las Personas Refugiadas, bajo el lema 'Seamos refugio: vías seguras y legales ya'. El objetivo es salir a la calle para recordar el grave impacto que ha tenido la pandemia de la covid-19 en el aumento de las desigualdades, la pobreza, el racismo y la xenofobia, y el recrudecimiento de las políticas de cierre y militarización de las fronteras. Patricia Barcena, directora de CEAR Euskadi, ha recalcado la importancia de asegurar a la personas refugiadas una protección internacional, “una vez que a una persona se le deniega, aun estando trabajando de manera regular y estando dado de alta en la seguridad social, tiene que dejar ese trabajo, queda por tanto, sin la posibilidad de cotizar en la seguridad social, no puede percibir la prestación social que haya generado y su situación administrativas es irregular”.