Sociedad
Caso Juana Rivas

Juana Rivas entra en prisión a cumplir condena

Su defensa afirma en un comunicado que ha ingresado en el CIS "Matilde Cantos" de Granada

Ha pedido a la Justicia esperar la resolución de su petición de indulto en libertad

Archivo - Juana Rivas en una imagen de archivo / ÁLEX CÁMARA/EUROPA PRESS - Archivo EUROPA PRESS

Madrid

Juana Rivas, la vecina de la localidad granadina de Maracena condenada por sustracción de menores, ha entrado a las diez de la mañana en el Centro de Inserción Social "Matilde Cantos" de Granada para cumplir su condena de dos años y medio de cárcel por ocultar a sus hijos durante un mes a su padre, al que acusaba de maltrato, en el verano de 2017. Rivas entra en prisión mientras la Audiencia Provincial estudia su recurso pidiendo esperar un posible indulto en libertad.

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El Tribunal Supremo rebajó a la mitad la condena de Juana Rivas por un delito de sustracción de menores, una condena firme de dos años y medio de prisión que ahora empezará a cumplir. Mientras tanto, Rivas ha solicitado formalmente un indulto al Gobierno para evitar la cárcel y ha pedido a la Justicia poder esperar la decisión del ejecutivo en libertad. Hasta la fecha el juzgado de lo penal de Granada se ha negado y Rivas ha recurrido la decisión a la Audiencia Provincial.

Su defensa, llevada por el abogado Carlos Aránguez, ha revelado su entrada en prisión mientras que la propia Rivas ha emitido un comunicado.

Comunicado de juana rivas

"Quiero agradecer las numerosas muestras de cariño que he recibido en estos días. De mis seres queridos y de muchas personas, algunas organizadas y otras desconocidas, que me han ayudado y dado ánimos. Y ello me da las fuerzas que necesito para seguir. Nunca voy a dejar de luchar por mis hijos. Estos son momentos muy difíciles. Voy a ingresar en prisión. Jamás en mi vida hubiera pensado que nos pasaría algo así. Creo que principalmente está condena es para mis hijos. Voy a cumplir con una decisión que considero muy injusta, pero que no voy a desobedecer. Por muy duro que sea entrar en la cárcel, para mí, los momentos más terribles de mi vida han sido los que en numerosas ocasiones os he narrado y cuando no tuve más remedio que entregar a mis hijos al Sr. Arcuri. La justicia así me lo exigió. Pero en cambio, mi denuncia por maltrato contra el Sr. Arcuri estuvo 13 meses guardada en un cajón. Para después de 30 meses más, ser archivada sin escucharme siquiera. Tengo fe y esperanza de que el Gobierno me conceda el indulto, y eso me permita seguir luchando por mis hijos y pedir que se le reconozcan sus derechos en Italia. Hemos sufrido mucho, parece ser que nos queda bastante aún, y eso no puede quedar en el olvido. No me voy a rendir nunca. Se lo debo a mis hijos. Me lo debo a mí como persona, mujer y madre. Seguiré luchando para que mis hijos tengan algún día una vida más tranquila, aunque hay daños ya irreparables. Os mando un abrazo inmenso a todos aquellos que nos queréis a mis niños y a mi, y mando otro fuerte a los padres y las madres que puedan encontrarse en mi misma situación.

En un comunicado, su letrado asegura que insistirán en que pueda esperar una decisión en libertad: "Utilizaremos todas las vías legales para que esta situación dure el menor tiempo posible, especialmente la estimación de nuestro recurso contra el citado Auto, la clasificación en tercer grado penitenciario y la concesión del indulto total". La medida de gracia ya ha empezado a tramitarse en el Ministerio de Justicia.

Dos años y medio

El caso de Juana Rivas trascendió a la opinión pública cuando esta madre de Maracena denunció en 2017 que estaba siendo obligada a entregar a sus dos hijos menores de edad a su expareja, Francesco Arcuri, al que acusaba de maltrato y que ya había sido condenado por violencia machista hace varios años por un juzgado. Rivas, asesorada en ese momento entre otras personas por Francisca Granados, decidió ocultar a sus hijos durante un mes en el verano de 2017 hasta que finalmente entregó a los dos menores.

Arrancó entonces un proceso judicial contra ella que en un primer momento le costó una condena de cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores: uno por cada niño que ocultó. Fue finalmente el Tribunal Supremo, con el apoyo de la Fiscalía, el que optó por dejar la condena en la mitad por un sólo delito de sustracción de menores en un caso utilizado por los jueces de la sala segunda para establecer su jurisprudencia.

La madre de Maracena ingresa ahora en el Centro de Inserción Social a la espera de que la Audiencia Provincial de Granada decida si puede esperar el posible indulto en libertad, teniendo en cuenta que el tiempo medio de resolución de este tipo de peticiones suele rondar un año y para entonces ya habría cumplido casi la mitad de su condena.

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