Altuna prepara la final del Manomanista sin saber si jugará contra Artola o contra Rezusta
Iñaki Artola solicitó el aplazamiento de la final y, a la espera de su decisión definitiva, el otro finalista, Jokin Altuna, trabaja sumido en la incertidumbre
El pelotari Jokin Altuna, tras ganar la final del Cuatro y Medio de 2017 / ASPE
Bilbao
La final del Manomanista de este año 2021 tiene un cartel incompleto. Es seguro que se disputará el domingo 20 de junio en el frontón Bizkaia de Bilbao. También, que estará en el frontón Jokin Altuna. El gipuzkoano afrontará, con tan solo 25 años, su octava final en la máxima división de este deporte; la tercera en la modalidad, de la que ya tiene una txapela.
Sin embargo, su rival es, a poco más de una semana del partido, una incógnita. Por méritos deportivos debería ser Iñaki Artola, que logró el billete a la final deshaciéndose de Beñat Rezusta en semifinales. Pero tras el partido notó una intensa molestia en el hombro. Su músculo dorsal, tan importante para un pelotari, dio muestras de no estar bien.
El pelotari Iñaki Artola / EFE/Villar López
El pelotari Iñaki Artola / EFE/Villar López
Así que Iñaki, que nunca ha jugado una final, no se lo pensó: solicitó un aplazamiento a la LEPM. Y su juez único se lo concedió, aunque con condiciones. La final se pospondría, pero solo una semana. Es decir, se trasladó del domingo 13 de junio al domingo 20. Si Iñaki no se recupera a tiempo, tendrá que ceder su puesto en la pelea por la txapela al tercer clasificado, Beñat Rezusta.
Jokin e Iñaki son buenos amigos, y fue el propio Artola el que se lo comunicó a su rival, según el mismo Altuna relata: "Me llamó por teléfono y me lo contó. Me dio mucha pena, estaba tocado. Lo que le deseé fue que se recuperase bien. A ver si tiene suerte. Ha llegado por méritos propios a esta final, tiene ganas de vivir un día así. Espero que llegue a tiempo y pueda disfrutar de la final", apunta.
Reconoce Altuna que está entrenando tanto en la cancha como en el gimnasio sin pensar demasiado en la final. Y es que, en función del rival, el plan de partido será muy distinto, ya que, además, Artola es delantero y Rezusta, zaguero: "Son totalmente diferentes, el partido cambia. Más que prepararlo en el frontón, lo preparas tácticamente. Afecta sobre todo al trabajo de los entrenadores", señala.
Un año sin público en los frontones
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A finales de junio se cumple un año desde que la pelota retomó la competición después del parón por el estallido de la pandemia del COVID-19. Curiosamente, este deporte fue el primero en dar la bienvenida de nuevo al público. El 23 de junio de 2020, el Astelena de Eibar acogió a 213 espectadores en sus gradas.
El Gobierno vasco fijó en ese momento aforos máximos del 60% o 600 espectadores. Sin embargo, poco después, los encuentros volvieron a disputarse a puerta cerrada. El agravamiento de la pandemia tras el verano dio al traste con el plan establecido.
No obstante, los pelotaris reclaman ya la vuelta de, al menos, parte del público. "Ahora mismo, no veo motivos para que no haya una sola persona en el frontón. No pueden entrar 3000, pero en Bilbao pueden acudir perfectamente 600 o 700, con reglas y distancia. En la calle vuelve a haber gente. Al final, no sabes dónde te puedes contagiar. Esto es importante también para que la gente no se olvide de ir al frontón", ha señalado Altuna.
