Los conductores de villavesas no quieren quedarse sin váteres

Pamplona

Es una vieja reivindicación que se remonta hasta tres décadas. Unas cabinas a las que puedan tener acceso los conductores de las villavesas durante sus horas de servicio al frente de los autobuses cuando las necesidades fisiológicas apremian. Con motivo de la pandemia que obligó al cierre de los establecimientos de hostelería, a los que a menudo tienen que recurrir los hombres y mujeres que conducen las villavesas, la empresa instaló varios váteres portátiles similares a los que se ubican en obras o en espacios festivos. Según fuentes del comité de empresa, se ubicaron hasta siete de estos váteres portátiles. Sin embargo, ahora que ya ha regresado la actividad de la hostelería en interiores y vuelve a haber más oportunidades para aliviar esas necesidades, la empresa va a retira buena parte de esos servicios, salvo dos cabinas, en la plaza de la Merindades y en la cabecera de la línea que llega a Barañain.

La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona va a incluir en el pliego de condiciones para el próximo contrato la colocación y mantenimiento de estos servicios para los chóferes, pero ese próximo contrato tiene un horizonte más lejano ahora que la MCP ha planteado la prórroga del actual contrato con TCC como compensación por el descenso de actividad que ha provocado la pandemia.