Adiós a Carlos Carmona, el futbolista "diferente"

Gijón

"Cuando las cosas se ponían difíciles, el balón a Carmona". El mensaje de Nacho Cases define lo que ha sido para sus compañeros Carlos Carmona, que este jueves se despedía del Sporting tras nueve años vistiendo la camiseta rojiblanca. Se va con la espina clavada de "no dejar al equipo donde se merece, que es en Primera" y que mantiene "la ilusión de seguir jugando al fútbol", aunque en las próximas semanas se tomará un período de descanso tras un año "duro" en lo personal.

El mallorquín fue el último fichaje de Emilio De Dios. Tras un año de intentos, el por entonces director deportivo logró cerrar una incorporación que el club intentó echar abajo tras las salidas de Preciado y De Dios. Finalmente Carmona ha hecho historia, cumpliendo casi una década como jugador del Sporting, con 293 partidos a sus espaldas y un balance de 43 goles.

En su despedida, Carmona explicaba que le resultaba "difícil" despedirse de una entidad en la que vivió "momentos inolvidables, como el ascenso de Los Guajes o la permanencia del año siguiente", aunque también otros de profunda tristeza, como "la despedida de mi querido Quini o la de Alejo Caso".

Tras una sucesión de mensajes de vídeo de excompañeros como Cuéllar, Jony, Lora, Canella o Isma López, el balear admitía que la última temporada, con una participación muy escasa, ha sido "un año duro". Hacía tiempo que asumía que su ciclo en Gijón estaba acabado y considera necesario "salir, dar un paso hacia otro sitio". Mantiene la "ilusión por seguir jugando al fútbol" y no descarta irse al extranjero, aunque todo queda condicionado al bienestar de su familia.

Dice que deja en el vestuario "un grupo humano y futbolístico muy bueno" y desea que, pronto, se vuelva a ver "un Sporting en Primera". Para cerrar el acto de despedida, el presidente del Sporting Javier Fernández le entregó a Carmona un mosaico en forma de camiseta con todos los diseños de las equipaciones que ha vestido durante este año. También Joaquín Alonso y su compañero de vestuario Pablo Pérez entregaron obsequios a un jugador que deja un hueco profundo tras tantos años en la entidad. Ambos le definieron como "una leyenda", lo que llevó a Carmona a bromear con el calificativo que debería recibir entonces Joaquín Alonso, con sus 514 partidos como rojiblanco.

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