Cuando la ikurriña se paseó por el circuito de Jerez
Herri Torrontegui ondeó la ikurriña tras ganar en el Gran Premio de España de 1989
El día que la ikurriña paseó por el circuito de Jerez
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Bilbao
Fue un 30 de abril de 1989 cuando un joven de melena rubia procedente de Gorliz, menudo y ligero, apenas 50 kilos a sus 22 años, dio al motociclismo bizkaino y vasco su primera victoria. Hoy en día, Herri lo define como “inolvidable”. El expiloto admite que “según van pasando los años me va trayendo más felicidad porque hay tanta gente que me recuerda aquella gesta y pienso que mereció la pena”.
De la carrera en sí, el expiloto de Gorliz recuerda que “tuve una mala salida, como era habitual en mí. Fui remontando hasta alcanzar la primera plaza y entonces me pregunté, ¿y ahora qué? ¿a qué piloto sigo? Le empecé a hablar a la moto para que no se parase porque en esa época era un suplicio en el que podía pasar cualquier cosa”.
Herri Torrontegui junto a Carlos Cardús / EFE
La idea de pasear la ikurriña tras lograr la victoria la recuerda Herri así: "Llegué a la curva Dry Sack y vi a la gente saltando a la pista. Los de seguridad no los podían frenar. Un amigo íntimo, Fernan, y los hermanos pelotaris, Isusi, me colocaron la ikurriña como capa de Supermán y me metieron un palo de bandera por el cuello del mono, y casi me ahogan", recuerda.
La ikurriña ondeó en la vuelta de honor, un momento histórico del deporte vasco. "Sí, me tiraron de las orejas, hubo reproches, pero era la opinión pública más que otra cosa, porque la gente del motociclismo es muy tolerante. Además, Euskal Herria vivía momentos críticos. Pero fue un gesto espontáneo. Era un vasco orgulloso de ser vasco que tiene la oportunidad de ganar y luce su bandera, sin ánimo de hacer daño a nadie", explica. "¿Cómo te ibas a imaginar que podía sentar mal?", cuestiona. Eso sí, remata: "Lo volvería a hacer".
Herri Torrontegui en una de sus últimas carreras / EFE
Último de siete hermanos, Torrontegui inició la carrera de piloto a los nueve años disputando carreras de trial, pasando al poco tiempo a la velocidad.
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Debutó en el campeonato del mundo en 1985, sin obtener ni un punto. En 1987 corrió la última prueba del Campeonato de Europa de 80 cc con una Derbi del equipo de la RFME apoyando a Julián Miralles y Álex Crivillé en su lucha por el campeonato, terminando segundo tras el valenciano.
Su mejor temporada fue en 1989, en la que fue cuarto de la clasificación de 80 cc con dos victorias en el Gran Premio de España y el Gran Premio de Checoslovaquia, luchando incluso por el campeonato, y campeón español de Superbike.
En 1990, Torrontegui corrió con una Honda RS 125 R oficial esponsorizada por Repsol, después de haber rechazado una oferta de Derbi para correr en el octavo de litro.
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En 1992 fue fichado por Suzuki como piloto oficial en 250 cc, sustituyendo a Wilco Zeelenberg. El piloto bizkaino siguió corriendo para la escudería japonesa hasta el GP de San Marino 1991, terminando undécimo.
La ikurriña ondeó en la vuelta de honor, un momento histórico del deporte bizkaino. Años después fue Efrén Vázquez quien tuvo el honor de repetir la experiencia. El de Rekalde ha sido el último en hacerlo. Suena a complicado que se repita la hazaña. Herri confía en que sí: “Costará, pero yo espero que sea lo antes posible”
