Un interno agrede y causa lesiones a tres funcionarios de la cárcel de Lanzarote

Arrecife

El centro penitenciario de Tahiche, en Lanzarote, ha vuelto a ser escenario de un nuevo incidente grave. En este caso, un interno ha agredido y herido a tres funcionarios de prisiones causándoles incluso lesiones de diversa consideración, según ha comunicado la sección sindical de ACAIP-UGT (Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias).

El sindicato señala que fue este pasado miércoles cuando se produjo la agresión y fue protagonizada por un interno que, al regresar de una videollamada al módulo de aislamiento en el que se encuentra tras protagonizar otros incidentes, entabló contacto con internos de otro departamento. Tras regresar a su módulo de origen, se le informa que va a ser cacheado por si porta algún objeto prohibido y es en ese momento cuando comienza a golpear a puñetazos y patadas tanto al jefe de servicios como a dos funcionarios. Una vez reducido, incluso amenazó de muerte a todos los trabajadores presentes así como a sus familias.

Como consecuencia de este incidente, tres funcionarios fueron golpeados y tuvieron que ser atendidos en la enfermería del centro donde en una primera exploración, se comprobó que presentaban numerosas contusiones y lesiones en diferentes partes del cuerpo.

ACAIP-UGT denuncia que no es la primera vez que en la cárcel lanzaroteña suceden incidentes violentos protagonizados por internos especialmente conflictivos que han sido trasladados desde otras islas, en este caso Tenerife, y para los cuales el centro penitenciario de Tahiche no está diseñado ni arquitectónica, ni humana, ni materialmente. En esta ocasión, añaden que se trata de un interno que tras haber sido trasladado desde esta misma prisión, en el mes de septiembre del pasado año y por protagonizar distintos incidentes regimentales, volvió en el pasado mes de febrero.

Para ACAIP-UGT, es necesario facilitar a los trabajadores la formación necesaria para enfrentarse a estas situaciones violentas así como proporcionarles el apoyo psicológico adecuado cuando se producen ataques verbales y físicos. Además, recuerdan que una de las reivindicaciones históricas de los trabajadores penitenciarios es la consideración de agentes de la autoridad, medida imprescindible para dotar de armas jurídicas a un colectivo muy castigado, para que toda actitud violenta tenga repercusión penal y no solo administrativa.

Por último señalan que es básico que estos aspectos, junto con las mejoras retributivas y laborales, queden reflejadas en la Ley de Función Pública Penitenciaria que urge sacar adelante después de más de los cuatro años que acumula ya el conflicto colectivo.