"Este año dos jóvenes van a poder vivir en sus pueblos gracias a estos cultivos"
La Alubia de Anguiano y la Nuez de Pedroso luchan por diferenciarse en el mercado a base de calidad y buen hacer
Logroño
La Alubia de Anguiano y la Nuez de Pedroso son dos señas de identidad de toda La Rioja. Productos distintos, no tan famosos como el vino, pero que se hacen hueco en el mercado a través de la calidad que les ha permitido conseguir el reconocimiento de Denominación de Origen Protegida
El asesor de estas denominaciones, Nacho Ruiz, explica que "el mayor logro se ha conseguido este año ya que dos personas jóvenes van a poder quedarse en sus pueblos con este tipo de iniciativas" que son referencia para los valles del Oja y el Najerilla.
Según remarca, "hasta ahora estos cultivos era un complemento para los productores pero este año por primera vez en la sierra conseguimos que alguien pueda vivir unicamente con estos cultivos, que sea su principal ingreso".
La DOP Nuez de Pedroso compite en el mercado con la nuez de California y de Chile pero tiene muchas diferencias. Ruiz destaca que “nuestra nuez no ha sido secada forzadamente. Es un secado natural al sol que cambia el sabor y da mayor durabilidad. Además, la Nuez de Pedroso aporta mayor cantidad de antioxidantes y de ácidos grasos de los buenos. Y además, remarca, "hemos conseguido que esa diferenciación la gente la aprecie".
En el caso de la Alubia de Anguiano, Nacho Ruiz explica que el suelo de la zona de la sierra no es un suelo rico como en el valle pero que "le aporta unas características muy buenas a nuestra alubia". Apunta que "estamos compitiendo por ser distintos, porque no llevamos al mercado lo mismo que pueden ofrecer otros. Ofremos mucha calidad, con mucha mano de obra, con las dificultades que eso conlleva, pero de momento estamos haciendo que el consumidor lo conozca y estamos consiguiendo estar presentes en La Rioja y en todo el territorio nacional.
El testimonio de Nacho Ruiz pudo escucharse en la jornada 'La España Vaciada' que se desarrolló el 14 de mayo desde el Centro de la Emigración de Torrecilla en Cameros