La desescalada de contagios en Euskadi es la más lenta desde la ola de verano
La pendiente descendente de la incidencia acumulada es la más baja desde el repunte de contagios que tuvo lugar entre agosto y septiembre de 2020
Bilbao
El descenso de la incidencia acumulada, de los contagios y la presión hospitalaria que llevamos ya casi 20 días viviendo en Euskadi es verdaderamente asombrante después de una ola dura para los profesionales de Osakidetza. Esta última ola de contagios ha sido la más leve en cuanto a pico de incidencia acumulada se refiere desde agosto —los picos de incidencia de noviembre (849,49) y de enero (668,45) fueron más altos que los 546,89 casos por 100.000 habitantes que vimos el pasado 27 de abril—, pero no en tensión hospitalaria, donde el pasado 3 de mayo se alcanzo la máxima ocupación de UCI desde el 8 de abril... de 2020.
La fuerte caída de incidencias que venimos viendo estos últimos días ha sido importantísima y una clara apelación al optimismo, pero esta ola de contagios está siendo la más lenta en cuanto al descenso de las incidencias. La caída de este valor ha sido de un 37% hasta el viernes... cuando en las olas de noviembre y enero esta cifra había descendido un 46% en el mismo periodo de tiempo: 17 días.
El desplome de la incidencia no es comparable con las anteriores olas en lo que se refiere al descenso bruto de este valor —es mucho más sencillo que la incidencia acumulada caiga 200 puntos si la tasa de contagios ha llegado a superar los 800 casos por 100.000 habitantes—, pero sí en términos porcentuales. O, dicho de otra manera: en qué 'inclinación' tiene la 'pendiente' de esta desescalada. Y esos datos porcentuales muestran que el descenso de esta curva está siendo más lento que en anteriores.
Esa es la cruz de esta desescalada, que podría ser otra señal más del efecto de las variantes del coronavirus y su efecto sobre el sistema sanitario. La cara pasa por los hospitales: pese a ser la ola más dura desde la primera en estos centros, el descenso de los pacientes en UCI está yendo con el menor retraso con respecto a la caída de contagios desde el comienzo de la pandemia en Euskadi. No está siendo el más rápido —en la ola posterior a la Navidad las UCI se vaciaron a un ritmo mayor—, pero sí el que menos ha tardado en llegar. Este segundo dato podría apuntar precisamente al otro elemento nuevo en este último repunte de contagios: el efecto de las vacunas.
José Manuel Navarro
Periodista e historiador. Murciano. Ahora aquí y en Crónica Vasca. Antes, en Radio Bilbao, Radio Murcia...