Liberan en Burgos a dos mujeres explotadas sexualmente en un club de alterne
Las captaban en Colombia y las traían a España con engaños
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Una llamada telefónica al Servicio de Atención a las Víctimas de Trata de Seres Humanos (900 10 50 90) facilitó la detención de los integrantes del grupo criminal / Ministerio Interior/Policía Nacional
![Una llamada telefónica al Servicio de Atención a las Víctimas de Trata de Seres Humanos (900 10 50 90) facilitó la detención de los integrantes del grupo criminal](https://cadenaser.com/resizer/v2/JPEKHOTA5RJ53BQLZIBJCUV4WY.jpg?auth=e5bfd16c7b63b8c58918210fd00c318a7b172e7ffe1c1acccf86911f2e5381fb)
Burgos
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en la localidad burgalesa de Briviesca una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, liberado a dos mujeres explotadas y detenido a cinco personas, una de las cuales permanece en prisión.
Según ha informado hoy la Subdelegación del Gobierno en Burgos, los arrestados se encargaban de captar a las ciudadanas colombianas en situación de extrema necesidad y vulnerabilidad, a las que ofrecían venir a España para ser, posteriormente, explotadas.
Una llamada telefónica al Servicio de Atención a las Víctimas de Trata de Seres Humanos (900 10 50 90) facilitó la detención de los integrantes del grupo criminal. En la llamada, se informó minuciosamente sobre una organización criminal que captaba mujeres en Colombia para ser explotadas sexualmente en un club de alterne de Briviesca, donde uno de los miembros de la organización era el encargado.
Además de gestionar el centro de negocios, se dedicaba a captar a las víctimas en Colombia y se aprovechaba de su situación de vulnerabilidad y necesidad para ofrecerles una oportunidad en España. El líder les pagaba el billete de avión y le facilitaba la documentación requerida para cruzar el control fronterizo sin problemas.
Posteriormente, las mujeres eran trasladadas al club de alterne para ejercer la prostitución. Los detenidos no dudaban en emplear la violencia y la intimidación para someter y controlar a las víctimas y les imponían una auténtica servidumbre por deuda.
Las víctimas se encontraban controladas constantemente, obligadas a realizar extenuantes jornadas de trabajo donde se veían forzadas a atender a clientes sin descanso, con disponibilidad las 24 horas del día. Los detenidos pertenecían a distintos niveles dentro de la organización, desde gestores y asesores legales hasta testaferros, encargados y personal de seguridad.
Contaban con múltiples antecedentes por delitos violentos y por tenencia de armas, y asumían roles muy instaurados y jerarquizados. La operación ha culminado con la entrada y registro en el club de alterne, donde se ha detenido a cuatro miembros de la organización, tres españoles y un colombiano, de los cuales solo permanece en prisión este último.
Posteriormente se detuvo a otra persona y, a todos ellos, se les acusa de presuntos delitos contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, pertenencia a organización criminal y delitos relativos a la prostitución.