Cuando esto termine, habrá quien seguirá sin entender nada

Alicante

Si algo bueno nos ha traído la pandemia es que hemos empezado a escuchar a profesionales que han trabajado en primera línea y a apreciar su dedicación. Es el caso de los sanitarios.

Y escuchando a las enfermeras, en su día internacional, volvían ayer a demostrar que son trabajadoras vocacionales, con una alta capacitación técnica y con una inmensa capacidad de reconfortar y de estar siempre al lado del paciente.

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Pero también son dignas de admiración, porque han soportado estoicamente -aunque con impotencia- cómo muchas personas han muerto solas en las UCI, han visto familias rotas, el mucho dolor que ha provocado la pandemia o el miedo en la cara del paciente.

Y prueba de ese aprecio, sin ir más lejos, es que la Universidad de Alicante nos contaba ayer cómo está aumentando la demanda de jóvenes que quieren ser médicos o enfermeras.

Es la parte positiva, hay más gente que quiere cuidar de más gente; pero también hay -lo vemos los fines de semana- a quien ya no le conmueve nada.

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Al principio de la pandemia nos preguntábamos si esto nos iba a cambiar. Y sí, habrá quien saldrá mejor y mucho más consciente de las cosas importantes; pero también, otros, cuando esto termine, seguirán sin entender nada.