Desmantelado en Parla un laboratorio de adulteración y corte de cocaína
Hay cuatro detenidos que trasladaban la droga para venderla en Asturias y León
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En la operación se desmanteló de un centro para la adulteración y el procesamiento de clorhidrato de cocaína, más comúnmente conocido como “cocina”. Estas instalaciones se encontraban en el trastero de la vivienda de uno de los investigados. En dicha “cocina” se encontraron diversos productos químicos para la adulteración de la droga, una prensa hidráulica para la compactación del estupefaciente adulterado, sellos y planchas metálicas y una pequeña cantidad de cocaína. / Policía Nacional
![En la operación se desmanteló de un centro para la adulteración y el procesamiento de clorhidrato de cocaína, más comúnmente conocido como “cocina”. Estas instalaciones se encontraban en el trastero de la vivienda de uno de los investigados. En dicha “cocina” se encontraron diversos productos químicos para la adulteración de la droga, una prensa hidráulica para la compactación del estupefaciente adulterado, sellos y planchas metálicas y una pequeña cantidad de cocaína.](https://cadenaser.com/resizer/v2/B6TZLV4T6VNG5BWWHFN5RWIEUM.jpg?auth=336dd26fe6005d02f12652fba720eaf497c9ab0638cbf420f3e8571f14593f61)
Parla
La Policía Nacional han desmantelado en Parla un “centro de adulteración y corte de cocaína, desde donde se distribuía, presuntamente, hasta diferentes Comunidades Autónomas”.
Tras nueve meses de investigaciones, cuatro personas han sido detenidas como miembros de una organización criminal, a quienes se les ha intervenido “un arma corta de fuego cargada y preparada para disparar” y casi dos kilos de droga, indica Policía.
Las investigaciones policiales comenzaron a finales del verano de 2020 sobre dos hermanos de origen dominicano, vecinos de Parla, que traficaban con cocaína, a través de habitáculos ocultos en sus vehículos con los que transportaban la droga a, principalmente, las provincias de Asturias y León.
Llegaban a utilizar “vehículos lanzadera” con el fin de detectar posibles controles policiales.
Los meses de vigilancia sirvieron para identificar a otros implicados o ubicar diversos emplazamiento, como el domicilio de la madre de los hermanos investigados, “que utilizaban para la distribución de la cocaína a pequeña escala”.
Durante uno de los traslados, los agentes interceptaron un vehículo en León, descubrieron el habitáculo oculto, donde había 800 gramos de cocaína.